En la Tierra a viernes, noviembre 22, 2024

Los amortiguadores desgastados reducen la seguridad

Hemos hablado sobre la tancia que tienen los neumáticos como elemento de seguridad, pero hay otros elementos a los que también debemos prestar atención, uno de ellos son los amortiguadores. Unos amortiguadores desgastados pueden aumentar la distancia de frenado hasta en 2,5 metros y el desgaste de estas piezas, puede generar riesgos en la conducción que las ruedas pierden adherencia, según el estudio ‘Evaluación dinámica de vehículos con diferentes amortiguadores’ realizado Gesafa.

 

Según lo ha comprobado un estudio realizado Gesafa, Grupo de Trabajo de Sernauto, y apoyado el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través del programa Profit, debemos tener en cuenta que unos amortiguadores desgastados aumentan la distancia de frenado en hasta 2,5 metros en un vehículo a 100 km/h. Además, el coche sufre una constante pérdida del rumbo y los sistemas de seguridad (ABS, ESP y TSC) malinterpreten las señales.

 

Esta investigación llevada a cabo Applus + IDIADA se ha basado en la ‘Evaluación dinámica de vehículos con diferentes amortiguadores’. Sus resultados también demuestran que la capacidad de respuesta y estabilidad de un vehículo a 80 km/h con los amortiguadores desgastados disminuye significativamente, lo que conlleva un riesgo de accidente en giros bruscos, curvas o cambio de carril, especialmente a altas velocidades.

 

Otras consecuencias que suele generar el desgaste de estas piezas:

 

   Los neumáticos llegan a desgastarse hasta reducir su vida útil en un 20%.

 

   Si se unen unos neumáticos desgastados con unos amortiguadores en mal estado en momento de frenado de un vehículo circulando a 100 km/h, la distancia puede aumentar en 3 metros.

 

          Sistemas como el ABS, TSC y ESP malinterpretan las señales que emiten el coche, poniendo en jaque la seguridad de los conductores. De hecho, si el vehículo tiene el sistema de frenado ABS, el recorrido de frenado aumenta hasta 5 metros, ya que en estos casos, el neumático rebota y salta, perdiendo el contacto con el asfalto.

 

      El vehículo sufre una constante pérdida del rumbo del vehículo, dando lugar a un balanceo y deslizamiento lateral.

 

   El coche pierde adherencia a la calzada en situaciones de lluvia y se generan situaciones de aquaplanning.

 

      Las ruedas pierden adherencia a la calzada y rebotan constantemente, generando una vibración constante del volante.

 

Por ello, es recomendable revisar los amortiguadores periódicamente (cada 20.000 kilómetros) y cambiarlos cuando el coche ha alcanzado los 65.000 90.000 km. Además, los cambios deben realizarse ejes, de 2 en 2 (no unidades sueltas), ya que aumentan su efectividad.

 

Seguiremos Informando…

 

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