Gallardón pide un hueco en las agendas nacionales para los asuntos locales y demanda nuevas herramientas de medida, ya que los indicadores macroeconómicos, son de procedencia estatal.
Gallardón pide un hueco en las agendas nacionales para los asuntos locales. El alcalde demandó nuevas herramientas de medida, ya que los indicadores macroeconómicos, como el PIB, son de procedencia estatal y eso quita rigor al aplicarlos al análisis urbano
El papel emergente de las grandes ciudades exige una especial atención parte de los gobiernos nacionales. Ellos, junto con los organismos internacionales y las grandes empresas, deben hacer un hueco en sus agendas políticas para los asuntos urbanos. Eso ha sido lo que Alberto RuizGallardón, alcalde de la Ciudad de Madrid, ha pedido en Estambul, donde se está celebrando el II Foro Mundial de la OCDE.
RuizGallardón ha advertido del riesgo que entraña el olvido: que las ciudades, motores del desarrollo económico, la innovación tecnológica y los cambios sociales, sean una amenaza para la sostenibilidad de un desarrollo más dependiente cada vez del marco urbano.
En este sentido constató que la OCDE ‘es una de las organizaciones que lleva tiempo llamando la atención sobre este delicado equilibrio y que nos ana a buscar respuestas que, quizá, podamos encontrar en la cooperación entre las propias ciudades ya que, a menudo, afrontan retos semejantes’.
Los avances conseguidos han sido muchos y en este sentido recordó el Foro, celebrado en París el pasado año, y la conferencia organizada Madrid que convocó más de 30 grandes ciudades y a numerosos gobiernos nacionales.
De ahí surgió, ejemplo, la plataforma de diálogo que el próxo año celebrará en Milán una nueva conferencia. ‘En Madrid, recordó RuizGallardón, se alcanzaron consensos en asuntos como la inmigración, el cambio clático o la potenciación de la cooperación entre administraciones. Ahora es necesario consolidar ese esquema de trabajo en instancias supranacionales como la OCDE, los gobiernos nacionales y las autoridades urbanas, los entes con mayor capacidad de actuación sobre el terreno’.
Para encontrar respuesta a los problemas actuales de las grandes urbes, RuizGallardón reclamó nuevas herramientas de medida, indicadores de estructura y evolución que respondan a la realidad urbana, ya que los indicadores macroeconómicos, como el Producto Interior Bruto (PIB) son de procedencia estatal y eso quita rigor al aplicarlos al análisis urbano.
