Colocar los pies sobre el salpicadero, obstruir el despliegue de los airbags o tener mal asegurados los dispositivos de retención infantil son algunas de las acciones más negligentes que cometemos lo conductores, según demuestra un informe del Racc. La investigación se ha llevado a cabo con la metodología de EuroNCAP, que analiza la seguridad de los vehículos a través de pruebas de choque. Estos hábitos de relajación en el uso correcto de los sistemas de seguridad son relativamente habituales entre los conductores durante esta época del año.
El experento consiste en hacer colisionar frontalmente un turismo a
RACC Automóvil Club, ha participado en un estudio en colaboración con el Automóvil Club Alemán (ADAC) que analiza las posibles consecuencias de un pacto frontal del vehículo, cuando los pasajeros adoptan las llamadas ‘posiciones de asiento no estándares o correctas’.
En concreto, se han estado los posibles daños en caso de pacto de una familia tipo, en las siguientes situaciones:
Conductor sin el cinturón de seguridad abrochado.
Acompañante delantero con los pies apoyados en el salpicadero.
Pasajero trasero, de un año y medio de edad, con el cinturón de su dispositivo de retención abrochado incorrectamente.
Pasajero trasero, de tres años de edad, con cinturón abrochado y cabeza reclinada en el cinturón lateral del asiento.
El riesgo de lesiones corales se valora mediante una escala de cinco grados, y a cada uno se le otorga un color, siguiendo el criterio EuroNCAP: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto. En el estudio se ha observado si había un aumento significativo del riesgo en cada una de las situaciones planteadas.
Los resultados han sido los siguientes:
Conductor sin el cinturón abrochado:
En el prer caso, en que el conductor no lleva abrochado el cinturón de seguridad, es especialmente relevante, ya que un estudio reciente del RACC ha comprobado que uno de cada dos personas en épocas estivales relajan sus hábitos de seguridad y no se abrochan el cinturón cuando circulan zonas urbanas. Se constata que el airbag sí mismo no es un elemento suficiente para evitarle daños al conductor.
El riesgo de lesiones graves pasa de muy bajo a medio para la cabeza, y de bajo a muy alto para el tórax y las caderas. El airbag, el cinturón y la columna de dirección que cede en el momento del pacto forman el sistema de retención del vehículo, como un conjunto. Por lo tanto, estos elementos pierden eficacia si no se utilizan conjuntamente. Esto queda de relieve en el pacto que sufre la cabeza del conductor contra el parabrisas frontal, tan fuerte que éste llega a romperse. El cinturón optiza el funcionamiento del airbag.
Acompañante mal sentado:
En el segundo de los casos estudiados, el acompañante puede también sufrir lesiones más graves de lo habitual si su posición es incorrecta. El tórax registra un aumento notable del riesgo de medio a muy alto, y ese aumento también se hace notar en las extremidades inferiores.
Sentarse con las piernas apoyadas en el salpicadero obstruye la apertura del airbag, con lo cual éste pierde gran parte de su eficiencia y genera lesiones de mayor gravedad en las extremidades inferiores, así como en la columna vertebral.
Pasajero trasero, menor, con la cabeza reclinada en la ventanilla:
En el tercer caso se examinan las consecuencias de un choque sobre un niño de año y medio de edad. Caso también relevante, el 78% de los turismos que transtan niños durante el verano relajan sus hábitos de seguridad no utilizando sistemas de retención infantil (SRI).










