PRMarbella abre una nueva sección dedicada a la Marca Marbella, en la que consultaremos a expertos de la Comunicación y la Publicidad sobre cómo mejorar la agen de la ciudad y cuál es la percepción que tienen tanto extranjeros como españoles de la misma. En la prera entrega hemos hablado con Son Anholt, uno de los profesionales más reputados del branding aplicado a países, ciudades y regiones, y autor de tantes estudios sobre la materia. Anholt cree que los extranjeros no tienen una clara percepción de que hay corrupción en Marbella, sino que consideran que existe en toda España.
PRMarbella abre una nueva sección dedicada a
Autor de estudios como ‘Place Branding and Public Diplomacy’, ‘Anholt Nation Brands Index’ o ‘City Brands Index and State Brands Index’, Anholt ha declarado a nuestra Redacción que, en general, los turistas extranjeros no diferencian claramente entre una ciudad española y otra y que el ‘alo de corrupción se extiende a toda España’, algo que a su juicio ya existía antes del ‘caso Malaya’ lo que las noticias y actualidad en torno a la trama marbellí no influirán significativamente en la llegada de turistas a la ciudad.
Además, ha señalado que la percepción de fuera es que en nuestro país existe una ‘cierta tolerancia hacia la corrupción’. Si bien sus palabras son esperanzadoras para la marca Marbella a la que no considera un caso especialmente llamativo para los extranjeros, no lo son para la marca España, en general.
Así mismo, Anholt apunta que la asociación que existe entre la corrupción y Marbella dentro de España se soluciona combatiendo este tipo de casos de forma firme y contundente para desechar completo esta idea, con la precaución de hacerlo también que, e una forma discreta, aquellos que no conozcan Marbella no escuchen de ella constantemente que ‘no es corrupta’, ya que la estrategia se volvería en contra de la ciudad y los turistas terminarían asociando el municipio con la corrupción.
Además, considera necesario investigar sobre la influencia que la actual marca Marbella tiene en los empresarios y los turistas. En caso de que la trama urbanística realmente afecte a su idea sobre la ciudad, las actuaciones serían lanzar campañas de publicidad que se dirijan a dos segmentos diferentes: un lado los empresarios y otros los consumidores.
En caso de que el estudio revele que realmente los casos de corrupción de la ciudad no afectan a la decisión de empresario y turistas, el municipio debe deshacerse de esa idea pero en el ámbito privado, no como en el caso anterior de forma pública y notoria.
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