Que los periodistas cobran poco, trabajan mucho y se pluriemplean para llegar a fin de mes, es algo habitual dentro de la profesión. En Madrid, a este problema se añade la concentración de empresas mediáticas que se instalan en la capital y ‘obligan’ a los periodistas de fuera de la Comunidad a trasladarse para poder encontrar trabajo. Los ‘mileuristas’, habituados a no poder ahorrar para emanciparse, se transforman entonces en profesionales que viven al día y no pueden ahorrar.










