Después de la solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso para que el Gobierno concretara un mandatomarco con los objetivos generales de la función de servicio público de RTVE, el Grupo Socialista remitió a los partidos el texto para los próxos nueve años. El borrador publicado esta mañana El País, estipula con gran ambigüedad, 54 artículos centrados en la traída y llevada función de ‘Servicio Público’. Entre otras cosas, se obliga a Luis Fernández a cumplir con al menos un 66% de producción propia, aunque no concreta el centaje de inversión publicitaria.
En este sentido establecerá cuotas de producción y emisión, según las cuales al menos dos tercios de las horas de emisión deberán ser producidas la entidad. Esto significa que TVE deberá dejar de adquirir gran cantidad productos de otras productoras como hasta ahora venía haciendo. En estos momentos la proción de programas propios y ajenos es prácticamente inversa a lo estipulado en este contratoprograma. Una disparidad que se hace más evidente en los programas estrellas del prete.
Según este mismo borrador, el centaje de esta producción se incrementa hasta el 100% cuando se trate de programas informativos, para lo cual Luis Fernández deberá abandonar los contratos suscritos con productoras audiovisuales que le proveían hasta ahora de los contenidos informativos para sus emisiones. Después de una huelga causada la intención de acometer la reestructuración de la Coración, que afecta sobretodo a los servicios técnicos, el presidente de RTVE deberá emprender el reto de producir todos sus contenidos informativos.
El Gobierno estipula también que para poder llevar a cabo este proyecto se establecerán sistemas que permitan evaluar la relación costecalidad homologable en empresas del sector. Así las cosas, el mandato viene a concretar pocas novedades, se reafirma en lo estipulado hace dos años, en la normativa legal que estipulaba el nuevo perfil del Ente, alejándolo de la concepción de ser un ‘medio de partido’.
Pero no son las únicas estipulaciones que marca el Ejecutivo. Los 54 artículos del mandatomarco indican que el ejercicio de ‘servir al público español’, comprenden diferentes aspectos. Para el Estado es tante que RTVE ayude a la ‘vertebración de España como país’, inculque valores constitucionales, plurales y de cohesión social, así como mantener una serie de valores morales para la convivencia. Una televisión que contribuirá también a la difusión del castellano, sin desatender a las demás realidades lingüísticas.
En cuanto al polémico cumpliento o no, del horario de protección infantil, estipulado legalmente pero apenas cumplido ninguna televisión estatal, RTVE se compromete a no emitir en ese horario, 18.00 horas hasta las 22.00 horas, ningún contenido que pueda perjudicar a la infancia. Además pondrá un sistema de bloqueo paterno para los contenidos no aptos para menores, como medida de cautela. Sobre los derechos de eventos detivos, el marco establece la contratación preferente de las competiciones de relevante audiencia, y aquellas en las que participen detistas españoles.
Todo ello para garantizar la independencia política y económica de la Coración audiovisual pública. En este sentido continúa siendo un misterio el centaje de publicidad que se le permitirá emitir. Pues aunque una vez más el Gobierno asegura que esta televisión pública tendrá menos publicidad que las privadas, no especifica el centaje en el que se recortará la inversión publicitaria del Ente, actualmente con financiación mixta. Sí señala en cambio, que cada tres años, Radiotelevisión Española y el Gobierno suscribirán un contrato para fijar la subvención que recibirán de los Presupuestos Generales del Estado. Que dependerá del volumen de ingresos publicitarios estipulados para la Coración.
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