El País ha criticado esta mañana algunos puntos del borrador del marco de RTVE para los próxos nueve años, 24 horas después de publicar en exclusiva los principales lineamiento de este texto propuesto el PSOE. El tema en discordia es la ‘construcción de la identidad y la vertebración de España como país’ planteada quizás como el principal objetivo del articulado. Las críticas de Prisa apuntan a que la obligación del Ente es informar y no vertebrar identidades. En El País tal vez piensen que este será sólo el comienzo de nuevas exigencias a medios privados.
El País publicaba ayer en exclusiva el borrador del prer mandatomarco de RTVE, que recogía los principales lineamientos de la línea editorial y del funcionamiento del nuevo Ente Público. El texto filtrado cercanos a Luis Fernández y al Gobierno perseguía allanar el camino para su aprobación en septiembre, para lo que se optó publicarlo en El País, incluso 24 horas antes de que el propio telediario de la Prera diera cuenta de él.
Como ya os contamos ayer, entre las novedades del texto se encuentran la litación mediante contrato programa de la publicidad del Ente, la obligatoriedad de tener dos tercios de programación propia en programas y un 100% en informativos, ampliar el horario de protección al menor y en definitiva garantizar la independencia de los medios públicos ante las presiones políticas de los gobiernos de turno.
Lo extraño es que precisamente lo más destacado el borrador (y así tituló El País y posteriormente La Prera) era la prioridad de establecer al Ente como un elemento para la ‘vertebración e identidad de España y sus nacionalidades y regiones’. Para ello se lanzaron estos globos sondas en plena época estival, y testar el ambiente ante estas reformas. No obstante, la jugada no ha salido del todo perfecta.
Las preras críticas han venido precisamente de El País que en su editorial de esta mañana ha criticado algunos objetivos de articulado presentado a las Cortes el Partido Socialista. Para El País ‘es más que discutible’ la inclusión en el articulado de una referencia a la ‘obligación’ de que los medios de la Coración contribuyan a ‘la construcción de la identidad y la vertebración de España como país’, y ‘la existencia de las diversas nacionalidades y regiones que la integran’. Para el diario de Prisa la televisión pública no debe cargar con esta responsabilidad y menos proclamarlo con esa solemnidad.
A juicio del diario este tipo de argumentos puede dar alas a ‘los funcionarios de la identidad: ejemplo, a aquellos que pretendían exigir a los medios públicos o privados de su comunidad que contribuyeran a dar ‘una visión catalana del mundo’. Y continúa señalando que ‘no es una pugna entre concepciones de la identidad y la vertebración lo que debe favorecer el sistema democrático, ni entre los partidos de ámbito estatal ni entre éstos y las fuerzas nacionalistas’.
Concluyen indicando que ‘la aprobación de este artículo sólo contribuiría a introducir en el debate político algo que debería quedar rigurosamente al margen: la idea de que se es ciudadano de un país que se asiente emocionalmente a una identidad, no que se es un sujeto de derechos y deberes pactados en las instituciones. Derechos y deberes entre los que se encuentra el de informar y ser informados con rigor y veracidad, como establece el artículo 20 de la Constitución’.
Esta rápida respuesta de El País tiene sentido si consideramos que el modelo de Televisión Pública que intenta establecer el PSOE en RTVE podría ser el germen del resto de las televisiones autonómicas, muchas de las cuales ya se están planteando una organización al estilo de la nueva Coración. Unas autonómicas que deberán competir en el futuro con las locales, donde Prisa tiene al menos unas cinco licencias autonómicas. Estamos hablando del largo plazo, pero algunos ya piensan que en el futuro, el Ejecutivo podría comenzar a sugerir el modelo RTVE incluso para las teles privadas… Por ello más vale tomar precauciones desde el inicio.
En cualquier caso, tampoco entendemos cómo Luis Fernández y el PSOE han querido destacar como el principal logro de su mandato marco, lo de vertebración de España, un tema como dice El País, totalmente ajeno a las funciones de una televisión pública que solo debe tener tres objetivos principales: informar, educar y entretener. Nuevamente se nos vienen a la cabeza las interferencias de Fernández en temas de la Coración, muchas veces fuera de sus competencias.
En cualquier caso, esto no será quizás el único tema polémico. La decisión de aumentar a dos tercios la programación propia con menos plantilla y menos experentada, además de reducir drásticamente la atación de las productoras externas, puede provocar serios desbarajustes en el Ente Público. Esto sin contar el lío que se viene la publicidad de RTVE. El mandato dice que se decidirá contrato programa cada tres años, cuánto será el centaje de ingresos publicitarios, aunque han dejado claro que esta vía será su principal fuente de ingresos. Un lío que promete convertirse en una de las teleseries del comienzo de curso.
Seguiremos Informando…
