Una empresa pequeña, menos de 50 millones de euros de euros de facturación, que no supera los cinco años de vida y que ha crecido aprovechando fases expansivas del ciclo económico. Ése es el perfil de la empresa insolvente española, según Cristina Muñoz, ejecutiva de Crédito y Caución que participó en los cursos de verano de El Escorial.
Según informa
A pesar de ello, según las estaciones de Crédito y Caución sólo una cuarta parte de las empresas cuentan con un seguro contra pagos para enfrentar posibles episodios de morosidad de sus clientes, lo que en los casos más extremos puede derivar en la quiebra de su negocio. Muñoz explicó que una de cada cuatro quiebras empresariales en
El riesgo de pagos es, además, percibido como menos riesgoso para una entidad que, ejemplo, los incendios, tobos o accidentes laborales.









