La Consejería de Sanidad de Valencia ha retirado 80.000 tarjetas sanitarias a ciudadanos que residen en otras autonomías como medida para controlar el gasto sanitario y farmacéutico. De esta manera se pretende evitar que pacientes de otras comunidades se aprovechen de los recursos y de los medicamentos.
La Consejería de Sanidad de Valencia ha retirado 80.000 tarjetas sanitarias a ciudadanos que residen en otras autonomías como medida para controlar el gasto sanitario y farmacéutico. De esta manera se pretende evitar que pacientes de otras comunidades autónomas se aprovechen de los recursos y aumenten el gasto y poder exigir así los dineros al Gobierno central atención sanitaria de ciudadanos de otras comunidades.
Sanidad detectó esta situación al cotejar sus ficheros con la últa actualización de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y fue entonces cuando se realizó ‘una lpieza de los archivos’. La retirada de la documentación afecta a ciudadanos clasificados en tres perfiles: residentes empadronados ahora en otra autonomía, turistas que han estado menos de un mes en la región o residentes que estuvieron un periodo algo más amplio, pero todos ellos disponían de la tarjeta sanitaria activa desde hacía más de 18 meses.
El consejero de Sanidad, Manuel Cervera, ató otra de las ideas en las que trabaja su departamento y que propondrá en el Consejo Interterritorial. Se trata de que las personas que padecen una enfermedad crónica y están sometidas a medicación, ‘soliciten los fármacos en su comunidad de origen’ antes de desplazarse a la Comunitat para disfrutar de las vacaciones, pero entonces dejará de tener sentido el proyecto ‘Sanidad en línea’ que está desarrollando el Ministerio de Sanidad junto con las Comunidades Autónomas.
