Las cifras del seguro de vida durante el segundo trestre han sido positivas, con un creciento interanual del 5%, aunque hay algunos matices. Según datos difundidos Unespa, los PIAS se han situado como un producto exitoso y atractivo para los ciudadanos que quieren ahorrar para obtener una mejor jubilación. En ellos, los índices registrados durante el trestre anterior se han duplicado y ya gestionan 256 millones de euros procedentes de 80.752 clientes. Las aseguradoras no han informado sobre la venta de seguros de dependencia.
Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático o PIAS, el producto de ahorro previsión que nació con la últa reforma del IRPF, ya gestionan 256.063.489 euros, lo que supone el doble del ahorro gestionado durante el prer trestre. Según la patronal del seguro, esta tendencia ‘confirma, tanto, el interés suscitado este producto y la necesidad existente en la sociedad española de encauzar su ahorro a largo plazo a través de productos asegurados que puedan convertirse en rentas vitalicias que complementen la futura pensión pública’.
Otro de los productos finalistas, los PPAs, experentaron un creciento interanual de sus provisiones técnicas del 35,1 %, acumulando a 30 de junio más de 728 millones de euros.
En cuanto al resto de productos de ahorro/jubilación, los vinculados a activos progresan enca del 19%, en línea con lo que fue la evolución de los mercados financieros durante el segundo trestre, mientras que los seguros de capital diferido crecieron un 2 % y los que se cobran en forma de renta un 3,7%.
Los seguros de riesgo siguen demostrando un buen comtamiento, experentando una evolución interanual de su número de asegurados de casi el 9%, con una penetración en el mercado que alcanza ya los 23.118.497 asegurados.
Respecto de los seguros de dependencia, Unespa ha explicado que este producto ha tenido problemas para comercializarse debido a que carece de incentivos fiscales que sirvan de aliciente para su venta. A ello se suma la ausencia de campañas de sensibilización para que la sociedad tome conciencia sobre la posibilidad de transformarse en un mayor dependiente y la necesidad de sufragar los gastos que se deriven de su tratamiento.