Esta semana os hemos contado en PREducación Vial que
Después de la muerte de la madre, la principal causa de muerte del feto en accidentes de automóvil se debe al desprendiento de la placenta. Si bien el feto suele estar muy protegido los huesos de la pelvis hasta el final del prer trestre, al momento en que la ‘barriga’ crece se hace más vulnerable a los pactos.
Pese a todo, numerosos estudios destacan lo indispensable del uso del cinturón de seguridad que, según la legislación vigente, es obligatorio también para las mujeres que están esperando un bebé, ya que los peligros de no llevarlo son mayores. La clave está en colocarlo adecuadamente, es decir, pasar la correa superior el hombro y entre los pechos y, en la parte del abdomen, situarlo lo más bajo de la barriga. Es tantíso que nunca se sitúe enca del vientre de la madre.
Sin embargo, hay algunas incomodidades. Una encuesta entre 139 embarazadas realizada
Este accesorio, especial para embarazadas, consiste en una especie de cojín que se adapta al asiento del coche y mantiene la correa inferior del cinturón debajo del útero, evitando que se deslice hacia arriba y que pueda causar daño al bebé. Además, no disminuye la eficacia del cinturón clásico.
El RACE, en un informe del año 2003, indica que el más aconsejable es el cinturón de tres puntos, que divide seis el riesgo de lesiones fatales en comparación con el de dos puntos. Además, recomienda no sentarse enca de la banda inferior o pélvica para utilizar únicamente la banda superior o torácica y evitar cualquier holgura en el cinturón de seguridad. Tampoco es recomendable situar cojines o almohadones sobre el asiento, entre éste y la espalda. A medida que avanza el embarazo conviene ajustar el asiente y el volante para que éste se sitúe lo más alto posible, de modo que no pueda golpear la barriga. La distancia con el airbag debe ser como míno de
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