Lo que debía convertirse en un ejemplo de transparencia y participación ciudadana va camino de ser ca de chirigota en los próxos carnavales de Cádiz. Al presunto logotipo ‘pirata’ detectado la semana pasada se unen otros dos de dudosa originalidad que recoge la edición madrileña del diario gratuito 20 Minutos y a los que atamos una más. PRNoticias ha charlado con Jacob Benbunan, de Saffron, consultora encargada de supervisar el proceso, quien ha admitido que desde fuera el proceso ‘puede parecer una chapuza’. Lo que debía convertirse en un ejemplo de transparencia y participación ciudadana va camino de ser ca de chirigota en los próxos carnavales de Cádiz. Al presunto logotipo ‘pirata’ detectado la semana pasada se unen otros dos de dudosa originalidad que recoge la edición madrileña del diario gratuito 20 Minutos y a los que atamos una más. PRNoticias ha charlado con Jacob Benbunan, de Saffron, consultora encargada de supervisar el proceso, quien ha admitido que desde fuera el proceso ‘puede parecer una chapuza’.
La aparición de dos nuevos logotipos sospechosos en la edición de Madrid del diario 20 Minutos ha hecho saltar todas las alarmas en la candidatura de Madrid 2016, que, en su intento de plicar a todos lo madrileños, había dejado – eso sí, previa consulta a profesionales del branding en manos de los ciudadanos el decidir cuál de los más de 3000 logotipos presentados sería el que finalmente representaría la candidatura olímpica de la capital de España.
*Noticia publicada hoy en 20 Minutos
¿Parecidos razonables?
Por todo ello, el proceso (quizás las prisas, quizás descuidos) se encuentra en el ojo del huracán de la opinión pública, cuando nos encontramos a menos de una semana para que se cierren las votaciones y se conozcan las tres propuestas de las que saldrá la agen corativa de la candidatura madrileña. PRComunicación se ha puesto con Saffron, consultora encargada del desarrollo del concurso, quien en boca de su CEO, Jacob Benbunan, ha querido quitar hierro a la situación al afirmar que ‘existían ciertos riesgos asumibles’ debido a la premura con la que debía desarrollarse el proceso, unos riesgos entre los cuales se encuentra la polémica suscitada la ‘originalidad’ de algunas piezas.
Así mismo, desde Saffron se afirma que ‘el proceso es totalmente transparente’, y que el logo que finalmente resulte seleccionado tendrá que ‘ser registrable a nivel comunitario y mundial’, tras lo cual sufrirá un proceso de adaptación realizada profesionales hasta llegar a la pieza final.
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