En la Tierra a viernes, diciembre 19, 2025

Fundación Pfizer continua su proyecto de enseñar vida saludable a los más pequeños

No siempre hemos tenido Play Station; ni coches, motos, metro y autobuses; los ascensores también son modernos, y la bollería prefabricada también es de ahora… y el que no se lo crea ¡que se lo pregunte a sus abuelos! La Fundación Pfizer no lo tenía claro, ni tampoco estaban convencidos los más de 40.000 alumnos de colegios de toda España que han formado parte (y que siguen formando) de Tenemos mucho en común, proyecto a través del diálogo de los más pequeños con mayores de 60 años, trata de enseñar a los niños hábitos de vida saludables.

 

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Antonio Rodríguez , Francisco J. García Pascual y Rufina Bartolomé con varios chicos participantes en el proyecto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quizá ellos sean las únicas personas que puedan hacer entender a los niños la tancia de una buena alentación y un estilo de vida saludable. Los padres y los hijos, pues como el perro y el gato, ‘si tu dices blanco, yo digo negro’; pero los abuelos… eso ya es otra cosa. Mientras los más pequeños conocen sólo una España, una época y una forma de vida, nuestros mayores tienen mucho que contar sobre como era en otras décadas. ‘Los niños no tienen conciencia de cómo se vivía en España a mitad de siglo que no se lo hemos contado’, explica Antonio Rodríguez , dinamizador del proyecto ‘Tenemos mucho en común’, que la Fundación Pfizer lleva a cabo desde el curso escolar 20052006 y que ya ha pasado más de 1.700 colegios de praria.

 

 

 

 

Con el aval y la colaboración de las consejerías de Sanidad y Educación de las distintas Comunidades Autónomas donde se está desarrollando, el proyecto está dirigido a alumnos de entre 10 y 11 años que estén cursando 5º y 6º de praria. Voluntarios, principalmente de Universidades para mayores, y Colegios de Enfermeros y Médicos, desarrollan dinámicas de grupo con estos alumnos, tras haber sido formados en hábitos saludables. Exponen una serie de consejos para mejorar la calidad de vida, fundamentalmente centrados en la tancia de una alentación equilibrada y de la práctica regular de ejercicio. A continuación, los alumnos, en equipos de trabajo, deben indagar sobre la infancia del dinamizador, comparándola con la suya propia, para finalmente poner en común sus conclusiones y propósitos.

 

 

 

 

Los niños no saben jugar a las canicas’, asegura Rufina Bartolomé, profesora de praria del Colegio Público CEIP Padre Colomo, uno de los centros en los que se lleva a cabo la experiencia. Lo que Antonio se pregunta es ‘¿somos siempre capaces de llegar hasta ellos?’. Parece que no está todo perdido… ‘estamos ante un buen programa para enseñar a los niños. Ellos son como esponjas, todo lo absorben’.

 

Desde PRPacientes ananos a la Fundación Pfizer a desarrollar un programa adaptado a los no tan pequeños, quienes también deberíamos de escuchar a los mayores y llevar estilos de vida y de alentación más saludables.

 

 

Seguiremos Informando…

 

 

 

 

 

 

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