Cuando Google anunciaba allá el mes de abril la compra de Doubleclick, seguramente sabía lo que le esperaría, de ahí que gastara cerca de 580.000 dólares durante los seis preros meses del año en acciones de lobby dirigidas al gobierno norteamericano. Mientras tanto, Microsoft contrataba a
Según Wikipedia, ‘un lobby (del inglés “entrada”, “salón de espera”) es un grupo de presión que, medio de distintas estrategias, trata de influir en centros de poder ejecutivo o legislativo con el fin de favorecer sus propios intereses o los de aquellos a quienes representa’. Esta actividad, tan antigua como la propia humanidad, ha influido en las decisiones de mandatarios de medio mundo, que asisten pasibles a las presiones de los grandes grupos de poder.
Sin embargo, a pesar de las connotaciones negativas adheridas tradicionalmente en nuestro país al Lobbying, estos grupos de presión son tomados con la mayor naturalidad en los países anglosajones, así como en instituciones supranacionales como los distintos organismos de
Dicho esto, no es de extrañar que, cuando hay muchos euros o dólares en juego, las empresas recurran a especialistas en lobby para intentar dar marcha atrás a una situación potencialmente desfavorable. Como no podía ser de otra manera, y debido a su tancia estratégica, el negocio de Intet no está exido de ello, y ha asistido durante el últo año a una frenética actividad pulsada tanto Google como Microsoft.
Ahora bien, ¿merece la pena armar tanto revuelo la compra de una compañía otra? Si eres Microsoft, y ves como tu principal competidor en el negocio de la publicidad online lo hace, supuesto, máxe cuando te ha quitado algo que ya considerabas tuyo, como es el caso de Doubleclick. Por este motivo, desde Seattle no se ha reparado en gastos para comenzar un moviento antigoogle que desbarate la compra de
Microsoft contrató a

*agen extraída de la web de iCOMP
Ahora bien, la situación que actualmente atraviesan las relaciones entre ambos gigantes informáticos han llegado a un grado crítico: Google (que cierto hoy cumple 9 años) no se ha quedado atrás y ha invertido más de medio millón de dólares en actividades silares a las practicadas Microsoft para influir en el Gobierno de George W.Bush, mientras que el dueño de aQuantive ha confiado a Burson Marsteller una campaña de presión en
¿Quién ganará la guerra del lobby?
‘En aras de la libre competencia’
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