¿Por qué la prensa destaca la actitud cívica de los futbolistas que, tras un accidente de tráfico, socorren a los heridos, como buenos ciudadanos? Parece como sí los jugadores de fútbol fuesen personas incapaces de mostrar actitudes cívicas que, otra parte, se esperan de cualquier ciudadano. Esto es, al menos, lo que se desprende de la lectura de la prensa.
¿Por qué la prensa destaca la actitud cívica de los futbolistas que, tras un accidente de tráfico, socorren a los heridos, como buenos ciudadanos? Parece como sí los jugadores de fútbol fuesen personas incapaces de mostrar actitudes cívicas que, otra parte, se esperan de cualquier ciudadano. Esto es, al menos, lo que se desprende de la lectura de la prensa.
En los últos días, dos conocidos jugadores de fútbol han sufrido percances con sus vehículos, y su comtamiento ha sido el mejor, es decir, el esperado. Por una parte, el jugador del Liverpool Steven Gerrard atropelló con su vehículo a un niño de 10 años, que sufrió una fractura en la pierna. El inglés llamó inmediatamente a una ambulancia y permaneció con el niño hasta que llegó, prero su madre, y después los servicios médicos. Posteriormente, ha ido a visitarlo al hospital.
Días después, el jugador del Barcelona Samuel Eto’o colisionaba con una moto a la entrada de un parking, presumiblemente debido a lo resbaladizo del suelo mojado. El camerunés atendió en el momento al motorista, que sufrió lesiones en la muñeca, y él mismo le llevó después al hospital.
Hasta aquí, todo normal. Dos accidentes, dos personas que no eluden el deber de socorro a los heridos, todo correcto. ¿Por qué la prensa solamente destaca la loable actitud de los jugadores?…
