Según el comisario europeo de Transtes, Jacques Barrot, en un futuro cercano se dará prioridad al ferrocarril y al transte maríto en viajes largos frente a la carretera, que, sin embargo, continuará siendo la vía principal para rutas medias y cortas. El comisario ha hecho estas declaraciones a lo largo de un almuerzo de prensa patrocinado la asociación Foro de la Nueva Economía en el que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha actuado como maestra de ceremonias.
Tras una presentación harto halagüeña parte de Magdalena Álvarez, que le ha calificado como ‘apasionado de la bicicleta' y ‘eurooptista', Barrot, un tanto histriónico, con un chorro de voz envidiable y definiéndose a sí mismo como ‘a lo mejor demasiado sple o natural, pero hay que decir las cosas como se sienten' ha tomado las riendas del discurso para explicar a los asistentes la política de Transte de la Unión Europea.
Dentro de la tendencia ‘verde' que domina todos los aspectos de la vida económica, política y social desde que el cambio clático se puso de moda, el comisario ha explicado que, pese a que el transte carretera continúa siendo uno de los más contaminantes en este momento, no se deben oponer el resto de sistemas a este.
Una buena solución, ha explicado, sería establecer un derecho de uso correspondiente a las emisiones contaminantes del vehículo. Aunque se refería principalmente a los camiones, Barrot ha explicado también que la futura etiqueta de eficiencia de los vehículos ayudará a establecer estas marcas: es probable, ha explicado, que en un futuro se establezcan peajes para transitar el centro de las ciudades, que serán más altos cuanto mayor sea el nivel de contaminación que emita el vehículo.
Por otro lado, el máxo responsable del Transte en el ámbito europeo ha pedido ayuda a conductores y fabricantes para desarrollar tecnologías menos contaminantes, algo que pasa, ha asegurado, desarrollar más los biocarburantes.
Y, enfocando en asunto desde el punto de vista económico, que al fin y al cabo es el que más interesa a fabricantes y empresarios, Barrot ha explicado que ‘inventar una Europa cada vez más urbana y más ahorrativa', además de una necesidad absoluta, dado que el 80% de los europeos viven en ciudades, constituye un reto industrial, ya que, si se consigue, se podrá extar al exterior los nuevos sistemas de transtes, lo que favorecerá nuestro creciento.
Posteriormente, durante el coloquio, el comisario ha tenido que enfrentarse a preguntas que le reprochaban la atención al ferrocarril en detrento de la carretera, o le auguraban enfrentamientos con las patronales del transte carretera, debido a esto mismo. Con toda calma, aunque con su fuerza habitual, el diplomático ha contestado que, un lado, los camioneros tendrán que aceptar esta propuesta, ya que si no lo hacen se verán inmersos en unas congestiones de tráfico tan fuertes que no podrán circular y, otro, que el ferrocarril y la carretera están destinados a trabajar juntos, con una buena logística, que permita que el ferrocarril sea el medio de los viajes más largos y la carretera, el de los viajes más cortos.
Respecto a las futuras ‘Euroetiquetas', que valorarán los vehículos según su nivel de contaminación, Barrot ha afirmado que ‘hay que seguir negociando con los fabricantes', ya que se puede orientar la parte buena, es decir, destacar los vehículos que menos emisiones tengan, o bien ser etiquetas ‘de castigo', que penalicen a los que sean más contaminantes. En cualquier caso, ha afirmado, es probable que sirvan para establecer la cuantía del peaje que habrá que pagar para acceder al centro de las ciudades, en el caso de que éste finalmente se establezca.
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