BOGOTÁ (25/10/07) Ya son cuatro los periodistas colombianos que se han visto obligados a abandonar Colombia en lo que va de año el temor ante las amenazas realizadas en su contra. Organizaciones como Reteros sin Fronteras o el Comité para la Protección del Periodista (CPJ, sus siglas en inglés) han venido denunciando a lo largo del año estos hechos.
Los últos casos corresponden a los periodistas Hollman Morris y Geiovanny Álvarez Castro, quienes abandonaron el país colombiano hace apenas unos días.
Tanto el CPJ como RSF han instado a las autoridades correspondientes llevar a cabo sendas investigaciones, así como que se encarguen de asegurar que ambos periodistas puedan regresar a Colombia para seguir con sus labores informativas.
Morris, periodista independiente y productor del programa de noticias semanal Contravía que se emite Canal Uno, abandonó el país junto con su familia el domingo, según señaló al CPJ. Morris, conocido sus informes investigativos sobre el conflicto armado en Colombia, ha sido amenazado y acosado en reiteradas ocasiones. Él y su familia se encuentran actualmente en los Estados Unidos.
Morris indicó al CPJ que el 26 de septiembre recibió una amenaza de muerte, envida correo electrónico a su dirección personal, de parte de un grupo llamado Frente Patriótico Colombiano. El grupo le advirtió a Morris que había ganado una ‘boleta para reclamar un ataúd'. En el mensaje, revisado el CPJ, los agresores explican que el periodista está siendo amenazado ‘ antipatriota, guerrillero, sapo'. Guerrillas izquierdistas, paramilitares de ultra derecha y las fuerzas armadas colombianas se han enfrentado en un conflicto que lleva cinco décadas, cometiendo violaciones flagrantes a los derechos humanos.
Álvarez, codirector y conductor del programa noticioso La Verdad en la estación comunitaria La Nueva de la ciudad de Sabanalarga al norte del país, abandonó Colombia dos días antes que Morris, según la Fundación para la Libertad de Prensa. Álvarez indicó al grupo defensor de libertad de prensa que había recibido varias amenazas de muerte anónas tras informes sobre corrupción local.
El 21 de septiembre, la policía de Sabanalarga también había informado al periodista sobre un posible atentado en su contra. Por miedo a otras represalias, el periodista ha mantenido en secreto su paradero.
Otro caso es el de Gonzalo Guillén, corresponsal en Colombia del diario El Nuevo Herald de Miami, que abandonó su hogar en Bogotá tas recibir más de 20 amenazas de muerte. Las amenazas ocurrieron luego de comentarios efectuados el presidente Álvaro Uribe Vélez en varias estaciones de radio nacionales. El CPJ envió una carta a Uribe el 11 de octubre después que el presidente hiciera acusaciones públicas en contra de otro periodista, Daniel Coronell. En la carta, el CPJ exhortó a Uribe a retractarse públicamente de los comentarios sobre los dos periodistas, a respetar el disenso en los medios y a abstenerse de atacar públicamente a reteros que presentan puntos de vista críticos.
Como bien recuerda RSF, el 8 de marzo, Darío Arizmendi Posada, director de información de Radio Caracol, tuvo que abandonar el país amenazado un grupo desconocido. Dos semanas más tarde hizo lo mismo Germán Hernández Vera, director de la redacción del Diario de Huila en Neiva (Sudoeste), que estaba en el punto de mira de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).










