El Ayuntamiento de Seseña está dividido. Diferentes argumentos a favor y en contra de El Quiñón recorren los pasillos y salas del Consistorio. Informaciones llegadas a PRMadrid indican que los concejales no muestran consenso a la hora de criticar la Urbanización Francisco Hernando, como pretende el alcalde, Manuel Fuentes. Para algunos, apoyar la obra supone una necesaria inyección económica al municipio, gracias a la cual podría superar la crisis urbanística que está afectando a otras localidades colindantes. Quienes se muestran a favor lo tienen claro: Seseña necesita garantías de que el motor de su economía real se va a pique. Los nuevos vecinos que se están trasladando a la localidad y los que quedan venir, permiten que Seseña pueda crecer al margen de otros municipios que están viendo estancados sus planes de expansión. La crisis inmobiliaria ha parado infinidad de obras que se han quedado a medias falta de presupuesto, y estos mismos ediles apuntan de que si algo tiene la obra de Hernando es salud económica.
Y son muy críticos a la hora de determinar que la economía no es un problema para Francisco Hernando, que podría aguantar el ‘chaparrón' de la crisis gracias a su suficiencia económica. Es ello que son varios los ediles que han decidido no comulgar con ruedas de molino y están pensando en alzar la voz en contra del alcalde de IU.
Manuel Fuentes su parte, seguido de otros tantos ediles, mantiene su postura de oposición frontal contra El Quiñón. Algo incomprensible para la mayoría de los vecinos que han comprado allí viviendas y esperan como agua de mayo la llegada de licencias para poder ver sus casas construidas.
De la ‘buena voluntad' del Ayuntamiento y de las pretensiones de Francisco Hernando, no sólo dependen quienes hayan adquirido allí un inmueble, sino los cientos de trabajadores contratados, que ante los planes de parón del Ayuntamiento ven peligrar sus puestos de trabajo. Si la obra se para, bien el ‘hartazgo' del constructor, bien las trabas de Fuentes, serán muchos los desempleados en la zona. Un dilema al que algunos concejales han encontrado solución y que está generando una crisis interna en el Consistorio.
Las soluciones pasarían que la relación entre el Alcalde y Hernando llegue a un punto de encuentro, que los intereses de Seseña sean defendidos, los de Seseña (y no los particulares) y que los ediles se den cuenta de que una vez que el proyecto ha sido aprobado en Toledo y tiene todas las ‘bendiciones', sólo queda que el desarrollo sea ejemplar. Hoy se reúnen en el Ayuntamiento de Seseña la Coración en pleno y el constructor. Esperemos que las noticias que salgan sean esperanzadoras para los muchos compradores de las viviendas de El Quiñón.
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