Ya os hemos contado que los efectos del Carné Puntos en el sector asegurador han sido bien acogidos en cuanto a la reducción de la siniestralidad grave, pero no ocurre lo mismo con los siniestros leves. Según Unespa, entre el 1 de enero y el 31 de julio se registraron en España 1.360.530 accidentes del tipo ‘golpes de chapa', es decir, un incremento del 11,8%.
Desde que se puso en marcha el Sistema CICOS en 1999 hasta el 31 de agosto de este año se han tramitado un total de 16.210.369 accidentes leves de tráfico, lo que podemos encontrar ciertos patrones siniestrales.
Así, en la mayoría de los años la segunda y la tercera semana de diciembre son las fechas en las que la accidentalidad leve experenta un tante repunte. Además, los vies, seguidos de los lunes son los días de la semana en los que aumentan los ‘golpes de chapa', sobre todo en las grandes ciudades.
Además, la siniestralidad leve tiene un comtamiento muy claro estaciones. En términos generales, opera en sentido inverso a la siniestralidad grave: si bien ésta se hace más frecuente en los periodos vacacionales, notablemente en el verano, la siniestralidad leve tiende a reducirse muy significativamente durante el verano, y muy especialmente en el mes de agosto, a causa de la fuerte restricción que experenta la densidad del tráfico en muchas grandes ciudades.
Sin embargo, esto es sólo verdad para los territorios donde hay grandes ciudades. De hecho, en una proción no desdeñable, el tráfico no desaparece. Muchas de las personas que hacen sus vacaciones se desplazan en sus vehículos privados y hacen uso de ellos en los lugares de destino, con lo que se convierten en «extadores» de
tráfico y, lo tanto, de siniestros.
