Cuando el médico realiza la prescripción de un medicamento o producto sanitario a un paciente, a través de la aplicación informática de historia digital de salud, tiene que hacer uso de la tarjeta sanitaria única del paciente, que será la que le permita acceder a su histoiral médico en el programa informático. Una vez en la aplicación, el facultativo extiende la receta electrónica. En este sentido, determinados datos de dicha prescripción se graban en un Módulo Central de Dispensación.
En este módulo se crea un crédito farmacéutico con el tratamiento completo prescrito para el paciente en los plazos y cantidad que este el facultativo. El usuario, que sale del centro de salud sin las recetas tradicionales, acude a la Oficina de Farmacia sólo con su tarjeta sanitaria.
Posteriormente, el farmacéutico solicita la tarjeta sanitaria al paciente, a fin de poder acceder a este crédito farmacéutico y ver qué medicamento, en qué cantidad, y cuánto tiempo ha sido prescrito. Con estas premisas, el farmacéutico es el que irá suministrando el tratamiento durante el plazo indicado.
El médico entrega al ciudadano una hoja de instrucciones en la que se especifica tanto el fármaco recetado como la forma de tomarlo y cualquier información que considere de interés para un mejor cumpliento del tratamiento. Este documento tiene que estar firmado el facultativo.










