Desde luego, sale más barato cuidar el medio ambiente que contaminar: un coche de menos emisiones se ahorra el puesto de matriculación, pero es que, además, gracias a la reducción de consumo, da un respiro al bolsillo de su conductor, que con la continúa subida de los carburantes está más que agobiado. Así que, ya saben, aunque sea puro egoísmo, a contaminar menos.
Y esto es lo que propone Opel con su nuevo Agila, un minonovolumen que, con unas emisiones de 120 gramos de CO2 kilómetro recorrido es uno de los coches de cinco plazas más lpios del mercado, lo que le dejara exento del puesto de matriculación a partir de enero, cuando entre en vigor la nueva normativa al respecto.
En cuanto a consumo, las cifras también alegran al bolsillo: entre 4,5 y cinco litros cada 100 kilómetros, según versiones. El consumo también desciende gracias a la mejoría de las especificaciones aerodinámicas respecto al modelo anterior: 20 centímetros más de largo, seis más de ancho y siete más bajo consiguen que el coeficiente aerodinámico sea de 0,35, una buena cifra para un monovolumen.
Con estas especificaciones, sólo queda preguntarse, ¿ qué no ha utilizado Opel este vehículo para campaña ‘Kilómetro Solidario', mediante la que ha entregado sendos vehículos a un grupo de famosos, bajo la promesa de que entregarán dinero a una ONG kilómetro recorrido con el coche?
