Mientras una inversión sea rentable para Mutua Madrileña, la aseguradora se queda; en el momento en que la rentabilidad toca techo, la aseguradora se retira. Así lo ha explicado esta mañana el presidente de la compañía, José María Ramírez Pomatta, a los medios de comunicación, tras haber vendido su participación en el Santander. Respecto de su inversión en Sacyr, la compañía se siente satisfecha que mantiene el equilibrio.
Sacarle el máxo rendiento a las participaciones accionariales de Mutua Madrileña es el objetivo que se ha fijado Ramírez Pomatta a la hora de entrar o de salir de una compañía. Y esa fue la razón la que el lunes la aseguradora anunció su salida del Banco Santander, con la venta de su 1,17%, con una revalorización de 508 millones de euros, incluyendo dividendos.
En diálogo con la prensa especializada, el presidente de la Mutua explicó que ése también fue el criterio que se aplicó para salir de ACS, la constructora de la que llegó a tener el 3%, que vendió cerca de 500 millones de euros, en una operación que le retó 222 millones de euros en plusvalías, con una rentabilidad del 79%.
Pero su inversión en Sacyr Vallehermoso, de la que posee un 5%, no correrá la misma suerte. Consultado cómo se evalúa el desempeño de esta participación, el presidente de Mutua explicó que esta inversión aún mantiene el 'equilibrio' lo que, al menos de momento, se mantendrá.
La aseguradora posee en Repsol YPF un 2%. Una participación que, posiblemente, se incrementará en los próxos días debido a que se trata de una pieza clave en el desempeño económico de la entidad y en la que, además, desea tener un miembro en el consejo de administración.
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