Un conductor sevillano podría ser el prero en ser juzgado de acuerdo a la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial, después de ser detenido tras intentar saltarse un control de alcoholemia y, posteriormente, superar la tasa máxa permitida en dicha prueba.
Además, el conductor estuvo circulando el entorno urbano a una velocidad superior a los 120 kilómetros hora hasta que la Policía Local logró detenerle. Los tres delitos registrados (saltarse el control de alcoholemia, superar la tasa permitida y no respetar el límite de velocidad) constituyen infracciones graves con pérdida de puntos y pueden llegar a enviarle a la cárcel.










