Un conductor valenciano podría ser uno de los preros condenados a penas de prisión, después de ser detenido ayer circulando con una tasa de 0,62 miligramos de alcohol litro de aire espirado. Sin embargo, la prueba tiene una fiabilidad relativa, ya que el acusado sopló mal intencionadamente las tres veces, pese a las advertencias de los agentes, y posteriormente, ya en dependencias policiales, se negó a realizar una segunda prueba.
El juez ha decidido condenar al conductor a seis meses de cárcel conducir ebrio, de los que deberá cumplir dos, y se le retirará el permiso de conducir durante ocho meses. Sin embargo, la pena de prisión se podrá conmutar una multa de 2.160 euros.










