Pisa vuelve con su informe sobre nuestro fracaso. Les habla el presidente. El hombre que ayer dio un rodeo la familia de Fernando Trapero, en Bayona, para no tener que pasar la plaza de la Independencia, donde temía bochinche, asegura que el bajo nivel de nuestros escolares se debe a las generaciones anteriores.
Necio. Insultas a nuestros padres. Los míos, los de tantos, se dejaron la piel y las uñas en los tajos, en las obras, en las horas extra, en los trajes cosidos en casa para sacar un sobresueldo, en los domingos que vendían almohadillas en el fútbol, y en pocos vicios, no decir ninguno, más allá de un cigarro en el balcón a media tarde.
Mi padre, anciano lúcido, escucha al presidente y se le sube la tensión. Así que la baja formación de los abuelos tiene la culpa de la holgazanería ignorante de los nietos. Zapatero y los abuelos: una tesis. Con el poco dinero de casa nos dieron Universidad.
Nuestra formación estaba a años luz de la suya. Lo completábamos con becas y los veranos en las obras.
¿De dónde sale este necio? Mi padre, a su lado, se siente un intelectual.










