Así la definió y así fue. La tradicional fiesta navideña de la Consultora Planner Media, reunió el pasado día 18 en el Casino de Madrid, a gran parte de los periodistas y comunicadores del sector Salud, en una celebración que se alargó hasta bien entrada la madrugada. Aunque hubo quien se fue pronto y quien hizo un visto y no visto, la mayoría aguantó hasta que se encendieron las luces como señal inequívoca de que la fiesta había llegado a su fin. Un año más, Planner ha vuelto a poner la guinda a varias semanas intensas de saraos navideños. Una celebración que hizo que se quedara pequeña la habitual Sala de Fiestas Valdavia, del Casino de Madrid, lo que ha hecho que la organización se plantee trasladarla a Duque de Osuna, una sala contigua, mucho más grande.
Como siempre, exquisito catering de El Bulli, regado con vino, cerveza, cava y copas… Los que habían venido en coche, a agua y refrescos, aunque ni esas se fueron a dormir antes.
Un entrañable discurso de Carmen Pino, en el que felicitó las Navidades a todos los presentes y destacó la tancia que ha adquirido el periodismo sanitario en los últos años. Como buena anfitriona, estuvo al pie del cañón hasta el final de la noche e incluso se anó a bailar en varias ocasiones. Y eso fue precisamente lo que dividió la fiesta en dos grupos, es decir, los que se contonearon en la pista y los que, al otro lado, sujetaron la barra, suponemos que para que no se cayera (o para que no cayeran ellos…). (A qué conocido periodista pertenece la frase: ‘Bailar no es de hombres. ¿O acaso has visto a John Wayne bailando?').
Y ahora, vamos con las cosas que no os podemos contar…
No os vamos a decir qué famoso periodista con altas aspiraciones y al que se disputaron una rubia y una morena, giró la cabeza, al ver que le tiraban un beso desde la otra punta de la sala. No sabemos si tímido o que ni el espíritu navideño ha conseguido que deje de lado su rencor…
Tampoco os vamos a decir a qué periodista (de mudanza recientemente) se le ha oído susurrar ‘yo soy quien tú quieres que sea' intentando (sin éxito) hacerse el seductor.
Ni a qué pareja de periodistas se les vio muy acaramelados hacia el final de la noche, ni quién fue la ausencia más comentada. Tampoco os diremos qué periodista acabó de copas con el taxista que la llevó a casa tras la fiesta, ni qué Dircom dejó plantada a su cita del día siguiente haberse acostado a altas horas de la mañana. Todo eso tendréis que adivinarlo, y sino, el año que viene, a afinar más los sentidos…
Seguiremos Informando…










