La utilización de ‘símbolos queridos para todos los creyentes' en las máquinas de bebidas de CocaCola de la ciudad rusa de Nijni Novogorod han sido los que han puesto a peligrar la agen de la compañía en el país. Durante los últos días, la Red se ha hecho eco de múltiples quejas contra el anuncio de la multinacional, al que un tante colectivo religioso acusa de ‘blasfematorio' la utilización de ‘cruces puestas al revés'. ¿Polémica casual? No sabemos cuáles habrán sido las intenciones de la filial rusa de la compañía, pero lo cierto es que hubiera sido raro que la utilización, para muchos ‘ofensiva' de símbolos religiosos, no hubiese tenido posteriores consecuencias.
Por el momento y, desde su lanzamiento, así ha sido. Hace casi una semana, la agencia AFP se hacía eco de las protestas que un grupo de creyentes ortodoxos hacían ante las autoridades religiosas de su ciudad, contra el nuevo anuncio que la multinacional de Atlanta ha instalado en las máquinas de bebidas. Desde ese momento, constantes han sido los comentarios contrarios a esta nueva campaña de la compañía, en un país en el que posee 14 fábricas y mantiene un destacado número de ventas.
Sin embargo, ¿podría ser la intención de despertar el morbo entre un cierto sector de su público objetivo al que la marca aún no ‘ha terminado de llegar completamente'? Esto es lo que comentan algunos internautas en la Red, que no ven en la acción más que un ‘objetivo polémico' que, sin embargo, ‘podría costar el prestigio de la compañía' no sólo entre los ortodoxos, sino entre otros colectivos religiosos que también pudieran sentirse ofendidos.
PRMarketing se ha puesto en contacto con la filial de Coca Cola en España, que ha asegurado que, el momento, ‘parece ser que no existen intenciones de retirar este anuncio de las máquinas de bebidas'. Asismo, fuentes de la compañía han señalado que el anuncio ‘solamente' ha sido lanzado en esta ciudad rusa. Por su parte, el grupo que inició la protesta se encuentra recogiendo firmas exigiendo el retiro de la campaña, a la que han calificado de ‘insulto a los tesoros ortodoxos y nacionales del pueblo ruso'.
¿Conseguirá una polémica local disminuir el prestigio de CocaCola en un país en el que tan sólo en 2006 consiguió vender casi 315 millones de cajas refrescos?
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