Antes de que finalice 2008, los gallegos que acudan a una consulta tan sólo tendrán que dejarle al médico su tarjeta sanitaria para que el doctor registre los datos de la persona y de los medicamentos recetados en un sistema informático conectado con las farmacias gallegas que, dotadas de banda ancha, podrán acceder a la información de manera totalmente segura e inviolable, y disponer de ella cuando el Paciente acuda a comprar su medicamento.
Todo esto gracias a que los Colegios de Farmacéuticos de Galicia acaban de firmar un contrato con ‘R', el operador gallego de comunicaciones fibra óptica, para articular una red colegial de telecomunicaciones que permita, entre otras cosas, poner en marcha la receta electrónica, que relevará a la tradicional receta en papel.
El nuevo sistema traerá numerosas ventajas ya que, ejemplo, frente a los riesgos de autenticidad que conlleva lo escrito en el papel, este sistema electrónico pedirá la posibilidad de falsificar o manipular los datos de la receta. Además, permitirá un mayor control en el suministro de medicamentos genéricos y se evitarán los apuros ocasionales de Pacientes y farmacéuticos para ‘descifrar' lo recetado el médico.
El acuerdo entre los Colegios de Farmacéuticos y ‘R', firmado un período de 3 años y que tiene un presupuesto de 4 millones de euros, supondrá conectar a las 1.266 farmacias gallegas de los 4 colegios provinciales. Este acuerdo se complementa, asismo, con un convenio general para mejorar las condiciones de contratación de los servicios de telecomunicaciones de las farmacias.
Manuel Paredes, jefe de este nuevo proyecto de dispensación, explica que la idea es ‘agilizar los trámites de dispensación de medicamentos, evitar el papeleo y garantizar la seguridad de los datos de las recetas de los usuarios del Servizo Galego de Saúde'.
