La TV opositora Imedi ha suspendido sus emisiones en protesta el conflicto en torno a su fundador, el candidato presidencial Badri Patarkatsishvili, acusado el Gobierno de tramar un golpe de Estado. El director de informativos del canal, Gueorgui Targamadze, ha anunciado que Imedi, cuyas emisiones ya fueron suspendidas el Gobierno en noviembre un mes, interrumpe su programación hasta después de las elecciones presidenciales del próxo 5 de enero. ‘Nuestros empleados se sienten muy incómodos debido a la histeria total que se observa en los canales de televisión estatales y desprotegidos la falta de garantías de su seguridad', ha indicado.
Según Targamadze, en medio de la campaña electoral, en la que el anterior presidente, Mijail Saakashvili, busca su reelección, Imedi se ha convertido en el ‘principal blanco', y sus empleados, en ‘objeto de chantaje y presiones parte de las autoridades'. Imedi ‘critica al poder, pero, no consideraciones políticas coyunturales, sino partiendo de nuestros principios periodísticos', ha asegurado el directivo del canal, que fue acusado el Gobierno de participar en una conjura supuestamente tramada su fundador.
La suspensión de las emisiones ‘es nuestra protesta tanto contra la actitud del poder como respecto a las circunstancias que atañen a nuestro fundador, que participa en las elecciones, y el escándalo en torno a él, que ha puesto a los trabajadores del canal en una situación muy complicada', ha concluido Targamadze. Patarkatsishvili, el hombre más rico de Georgia, que vive refugiado en Londres, acusó al Gobierno esta semana de preparar su asesinato político y entregó al diario 'The Sunday Tes' una grabación en audio de una conversación sobre su elinación entre un alto funcionario georgiano y un matón a sueldo.
‘El Gobierno está agonizando y se atreve a todo con tal de salvar el pellejo. No dudo de que Mijail Saakashvili jamás volverá a ser presidente de Georgia', ha declarado Patarkatsishvili tras conocer la suspensión voluntaria de las emisiones de su canal. Estas desavenencias se remontan a finales de agosto, cuando, después de la emisión de un retaje crítico con el Gobierno, un estudio de la cadena Imedi fue desalojado la Policía.
EFE










