Para hacer balance del año 2007 es necesario detenerse en la consolidación de la Coración RTVE: Un plan de saneamiento, un ERE, y la intención de hacer una programación estrictamente de servicio público conformaron el plan de acción. La nueva Coración RTVE, comenzó a funcionar en los preros meses de 2007, al principio tutelado Carmen Caffarel mientras se nombraba el Consejo de Administración. CRTVE se configuró como sociedad anóna de capital social íntegramente estatal, y se le atribuye la gestión de los servicios públicos de radio y televisión a través de TVE y Radio Nacional. La idea consistía en desvincular la gestión de la empresa de la intervención del Gobierno.
Pero para poner en marcha semejante Sociedad eran necesarias unas ‘pequeñas modificaciones'. Así un ERE con la consecuente huelga de trabajadores, bajo el plan de saneamiento que conformaría el futuro de la nueva empresa, marcó la mayor parte del año una vez nombrado el Consejo administrativo al frente del cual quedó Luis Fernández.
Fernández comenzó su andadura con un presupuesto de 1.209,20 millones de euros, según recoge el proyecto de Presupuestos Generales del Estado y con ello su filosofía de servicio público: Una programación de calidad. Para ello comenzó una política de fichajes de profesionales procedentes de otras cadenas como Telecinco o Paramount Comedy.
No se detuvo ahí, pues a pesar de que los estatutos de dicha Coración estaba que la mayor parte de la programación fuera de producción propia, Fernández se apresuró a incorar programas de productoras externas como Mediapro (el caso de España Directo cuyo lanzamiento le valió un litigio contra la cadena pública de la Comunidad de Madrid emular el formato ‘Madrid Directo'). Pronto la relación entre Luis Fernández y la productora de Roures se convertiría en fructífera, lo que no pudo evitar que PRISA se indignara ello y declarara su particular guerra contra el Presidente de la Coración.
De este modo, el nuevo Ente Público, se consolidaba como una empresa aparentemente desvinculada de la intervención estatal, pero que bebía de los presupuestos Generales de Solbes, y que además no reducía su facturación publicidad. ¿Cambiaba en algo la filosofía de RTVE? Fernández creía que si. Muchas novedades, muchos proyectos e ideas así lo dibujaban.
Sin embargo las buenas intenciones dejaron paso en los últos meses de 2007 a una nueva trama: El escándalo inmobiliario de Fernández con el constructor Pedro Mansilla, levantado Cebrián y su brazo ejecutor, El País. Operación publicada Cebrián sobre todo lo que consideró una traición de Luis Fernández durante la Guerra del Fútbol. Por ello, PRISA orquestó una campaña para minar la credibilidad de la Coración atacando los dudosos negocios de su Presidente y sus relaciones encubiertas respecto a la venta de terrenos de RTVE.
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