Según informa el tal Americaeconomica.com, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, intentará estas navidades encontrar la solución para comenzar el 2008 sin conflictos laborales en su país. Pero Cristina aún tiene que convencer a los sindicatos que protestan los aumentos salariales del próxo año, y hacerles entender que a quienes tienen que pedir explicaciones, es a las empresas del sector privado. Por otro lado, la mandataria puede respirar tranquila que ha conseguido llegar a un acuerdo con el sector lácteo, que llevaba varias semanas en lucha el precio de la leche. La jefa del Ejecutivo andino no ha tardado en reaccionar ante las acusaciones de las centrales sindicales, y ya ha comenzado su estrategia con unos datos del Indec, que muestran que los trabajadores del sector público, tuvieron mayores aumentos que los del sector privado.
A principios de esta semana, los sindicatos pidieron un aumento salarial del 20% para 2008, en contraste con el 16% que Cristina ofreció.
Pero ayer mismo, y en pleno revuelo salarial, el Instituto nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que controla el Gobierno argentino, presentó unos datos en los que señalaba que los aumentos salariales más altos de 2007 habían sido para los trabajadores estatales, con un aumento de un 28,2%, en contraste con el de las personas que trabajan en el sector privado, que ha sido de un 21,1%.
Con estas cifras, la flamante mandataria quizá quiera hacer ver a los sindicatos que sus trabajadores han aumentado su sueldo un 7,1% más que los trabajadores de las empresas, y que quizá, y sólo quizá, estén llamando a la puerta equivocada.
Pero es que además, el Indec ha calculado que la subida inflacionista para el próxo año sea de un 9%, pero los sindicatos no se fían de estos datos, y reclamarán al Ejecutivo un aumento de sus sueldos para hacer frente a los precios, superior al que ahora, el Gobierno del país está dispuesto a ofrecer.
De todas formas, no son estos los únicos asuntos que la mandataria tiene entre manos, puesto que el caso que involucra su campaña electoral con una supuesta financiación ilícita, empaña la supuesta transparencia de la que ella y su marido, el anterior presidente argentino Néstor Kirchner, han hecho gala en múltiples ocasiones.
Pero el caso es que, anoche, desde la Casa Rosada, Cristina suspiraría de alivio cuando conoció la noticia de que su secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, había llegado a un acuerdo con el sector lácteo, el que los productores lecheros y la industria, junto con el Gobierno nacional y las provincias de la cuenca lechera, formarán una comisión que monitoreará el precio de corte de la tonelada de leche de extación.
Por su parte, Jorge Chemes, vicepresidente de la Cámara de Productores Tamberos de Entre Ríos y coordinador de Confederaciones Rurales Argentinas, señaló que el acuerdo tendrá vigencia hasta junio de 2008, y sólo resta la firma del documento.
