La preocupación del sector financiero el envejeciento de la población es creciente. Ahora, La Caixa ha dado a conocer los resultados del informe ‘La generación de la transición: entre el trabajo y la jubilación', del que se concluye, entre otras cosas, que quienes están entre los 50 y los 70 años de edad marcan distancias de ciertos estereotipos y se colocan en un terreno más realista, y tienen recursos propios, suficientes pero no abundantes, de riqueza y de salud.
Lo que marca las principales conclusiones de este estudio es que el perfil del grupo que se ha analizado se encuentra en estado de equilibrio relativo. El informe, elaborado el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense, Víctor PérezDíaz, el profesor asociado de la misma universidad, Juan Carlos Rodríguez, así como Jordi Gual, director del Servicio de Estudios de la Caixa, ofrece los numerosos datos y resultados de la encuesta con orden y de manera minuciosa y detallada.
Lo que sucede en España en estos momentos, como muestra el estudio, es que esta cohorte de edad tiene una vida familiar y, grosso modo, una experiencia social rica y extensa. Pero quizá su influencia potencial más relevante resida no tanto en la muy ostensible esfera pública cuanto en el más discreto espacio privado. Es ahí, y en particular en la relación entre abuelos y nietos, donde se establece una experiencia de socialización de gran trascendencia.
Los resultados revelan un conjunto de experiencias y actitudes extremadamente diverso en todas las densiones analizadas: situación laboral, finanzas, salud y vida familiar y social.
El informe es el volumen número 35 de la Colección de Estudios Económicos que elabora el Servicio de Estudios de la Caixa, intenta dejar a un lado los aspectos del envejeciento sobre los que más se ha escrito, como el análisis de la presión que este fenómeno va a ejercer en los sistemas públicos de bienestar o las diferentes opciones de reforma para garantizar su sostenibilidad. La perspectiva que toma este trabajo es mucho más personal, ya que el envejeciento afecta también a las actitudes y los comtamientos de sus protagonistas, y ello a su vez incide en el diseño de las políticas públicas y la respuesta del sector privado.
