El tramo de carretera que une las localidades gallegas de Viveiro con Cabreiros, la LU540, ha visto aumentar en los últos tiempos el número de accidentes de tráfico provocados intromisión de caballos en la vía. Aunque, en principio, puede sonar a risa, los habitantes del lugar comienzan a estar preocupados.
Uno de los últos en sufrir un percance ha sido un taxista de Viveiro, que el pasado domingo se quedó de piedra cuando un caballo de casi 200 kilos invadió la calzada su derecha y se echó, literalmente, enca de él. Afortunadamente, no ha habido que lamentar daños personales, aunque el parabrisas, capó, faro, aleta y retrovisor del vehículo han quedado destrozados.
No ha sido el único: en las últas semanas ha habido unos cinco siniestros causados este motivo. Según los conductores habituales del lugar, desde que se arregló el tramo de vía en cuestión. El problema es que, aunque las aseguradoras se comprometen a reclamar los daños a quién corresponda, la mayoría de las veces los anales no tienen chip de identificación o, si lo tienen, se les corta la oreja para que nadie pueda seguirle la pista hasta el dueño.