La misma actitud que adopta Solbes es la que ha creado la crisis financiera que hunde las bolsas. Esconder la realidad es peor que negarla. Cuando Solbes dice que se exagera es como si un presidente de algún gran banco de los Estados Unidos dijera esta mañana que la hondura de la caída es producto de la presión subjetiva de tres o cuatro que han arrastrado a las bolsas de todo el mundo.
Nadie sabe cuánto, ni a quién, ni en qué medida, afecta la situación de quiebra financiera, y eso los inversores huyen despavoridos de la bolsa. El único que parece no enterarse es Solbes. El incendio está devorando el teatro y el ministro, eterno despistado, dormido en su butaca de prera fila, en lugar de ver las llamas saca brillo a sus lentes mientras pide calma a un auditorio que ya ha atravesado las puertas de salida de incendios.