Así comienza esta historia que miles de personas sienten como suya. Paula nos cuenta cómo poco a poco empezó a sentir cómo se iba convirtiendo en una 'persona inútil'. No poder realizar las tareas a las que estaba acostumbrada, tanto en su vida personal como en su vida profesional. 'Yo siempre arreglaba las cosas de la casa: arreglaba las tuberías que goteban, cambiaba los muebles de lugar cada dos tres, traía la compra de la semana sin uso del carrito… y, de repente, no podía coger una olla y fregarla, y mantenerla en vilo me es posible', asegura mientras se frota con delicadeza la rodilla que tiene inflamada.
'Hoy no puedo moverme', 'me duelen tanto los pies y la cadera que apenas consigo encontrar postura'. Estos son sólo algunos de los lamentos que se pueden escuchar de cualquier persona que padece Artritis Reumatoide. Y esto que afecta a miles de personas, nos lo cuenta hoy Paula. Tiene 61 años es de Murcia y lleva más de 26 años sufriendo esta enfermedad articular degenerativa que afecta al 1% de la población mundial.
Desde que inició el tratamiento hace más de 25 años ha pasado todo tipo de medicamentos, siendo los corticoides los que más tiempo ha estado consumiendo, sobre todo con los rebrotes, aquello de que responden bien en la inflamación. A lo que hay que añadir suplementos de calcio y vitamina D para evitar la descalcificación y la osteoosis provocada los corticoesteroides. También toma ibuprofeno y protectores estomacales. Pero todos estos fármacos son sólo paliativos. Cuando ya no puede más va al reumatólogo para que le haga una infiltración que 'es lo único que durante unos pocos días me calma el dolor lo suficiente como para llevar una vida normal'.
Insiste en que no sólo los dolores articulares son los que le molestan. En realidad, lo que más la perjudica es no poder hacer las cosas que quiere, y hacerlas cuando quiere, sobre todo, que ha sido, y es, una persona activa que le gusta hacer y deshacer, entrar y salir.
Sus visitas el reumatólogo son constantes, casi como rebrotes de la enfermedad. Pies afectados (ahora tiene una dolencia y es posible que la operen que en España no se comercializa Acetato de Metilprednisolona que es, a juicio de su reumatólogo, lo que podría quitarle el dolor en esta zona sin grandes efectos secundarios); rodillas inflamadas, cadera bursitis, hombros, dedos, muñecas… todas las articulaciones están siendo afectadas la AR ‘y cada año la cosa va a peor'.
'Trato de llevar una vida lo más normal posible pero a veces es posible y lo peor es que algunas personas se piensan que me quejo de vicio', se lamenta. Este es uno de los problemas a los que se enfrentan en esta enfermedad: la gente que no convive con ellos, o que no los quiere entender, no comprenden que este tipo de dolencia es incapacitante, y que cada día que pasa el Paciente se vuelve más inválido. Las tareas más sples se vuelven titánicas y las que requieren algún tipo de esfuerzo splemente son pensables de realizar.
Con las terapias actuales los Pacientes pueden esperar una remisión completa de la AR, aunque es cierto que el tratamiento más innovador, los AntiTNF Alfa, sólo se prescribe cuando los Pacientes no responden a ningún otro tipo de medicamento, como el metrotexato o los corticoides.
Los Pacientes con AR que tienen remisiones, ya sean espontáneas o inducidas medicamentos, tienen un buen pronóstico de la enfermedad pero las tasas de remisión completa con uso de corticoesteroides son muy bajas, según la Guía Guipcar que publica la Sociedad Española de Reumatología.









