Con relación a la denominada "prescripción enfermera", esto es, al cambio que pretenden hacer para que los enfermeros puedan recetar (recomendar, administrar, usar o como quieran llamarlo) determinados medicamentos, la mayoría de las informaciones aparecidas en los medios de comunicación se centran en las reclamaciones de ámbito profesional y jurídico esgridas ambos colectivos (médicos y enfermeros).
Sin embargo en esta lucha se escucha poco la voz de los ciudadanos de a pie, de los pacientes, que somos precisamente el cien cien de la población. Por eso, a título personal, me gustaría hacer las siguientes consideraciones:
1. Cuando yo vaya al médico, ¿quién y bajo qué criterios va a decidir si es el médico o el enfermero quien debe atenderme? ¿Va a haber pacientes de prera y pacientes de segunda? Porque si yo tengo un problema de salud, quiero que me atienda el profesional más capacitado para diagnosticar cuál es mi problema de salud.
2. Hasta ahora, cuando se produce un error médico se demanda judicialmente al médico. A partir de ahora, cuando el error sea del enfermero habrá que demandarlo judicialmente a él. ¿O pretenden que sea el médico con el que no han contado a la hora de atender a ese paciente el que cargue con las consecuencias de sus posibles errores?
3. Si para un mismo problema de salud, el médico me recetaba un medicamento que me iba bien y ahora el enfermero me receta otro distinto, que no sé cómo me irá ¿a quién debo hacer caso?
4. Cuando compro un medicamento sin receta y me automedico, el responsable si algo falla soy yo, o en todo caso, el laboratorio fabricante. Sin embargo, si es otro profesional quien me receta, la responsabilidad ha de recaer en ese otro profesional, con todas sus consecuencias.
5. Si quieren hacer una medicina de prera y otra de segunda, me parece bien, pero en ese caso, que la de segunda sea más barata y que cada uno pueda elegir libremente la que quiera (como sucede con las compañías de seguro privado, que ofrecen diversas modalidades de cobertura sanitaria para que cada uno elija la que quiera y pague el precio correspondiente).
6. Los enfermeros dicen que quieren regularizar algo que ya están haciendo en la práctica. Sin embargo: (1) Realizar ajustes en la medicación, siguiendo los protocolos marcados el médico, no es prescribir. El que dirige y es responsable de estas actuaciones, es el médico. (2) Si lo que están haciendo los enfermeros en la práctica es "recetar" deberían dejar de hacerlo de inmediato y acudir a los tribunales si alguien les obliga a realizarlo. ¿Están informando a los pacientes de que esa atención que les están prestando es ilegal?
7. En definitiva: Seguiré acudiendo al farmacéutico a consejo sobre medicamentos y síntomas leves, al enfermero a cuidados relativos a heridas, vendajes, sondas, recuperación, etc., y al médico en busca de diagnóstico y prescripción para mis enfermedades. Sin embargo quiero ser yo quien decida a quién acudo en cada momento y no que sea la Administración quien decida quién me va a atender en cada caso, catalogándome como paciente de prera o de segunda.
Y un ejemplo final:
Si alguien sabe conducir pero no tiene carné, no puede conducir un vehículo público. Lo que tiene que hacer es examinarse y sacarse el carné que le capacite para ello.
Cuando tenga el carné, podrá conducir. Y, supuesto, las acciones que se deriven de esa conducción estarán bajo su entera responsabilidad.
Si unos conductores precisan varios años para obtener ese carné, y a otros se les autoriza o convalida con menos tiempo de formación, se produce una evidente falta de equidad y además, yo como ciudadano, debo tener derecho a estar informado y a poder elegir al conductor que me ofrezca más garantías.
Vicente Fisac
Comunicador
