El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha presidido el Pleno del Consejo Superior de Tráfico, que se ha convertido en una muestra de elogios hacia la política del Gobierno en materia de seguridad vial. A lo largo de la reunión, Rubalcaba ha repasado todas y cada una de las promesas cumplidas del Ejecutivo, concretadas en las líneas de actuación previstas al inicio de la legislatura; los principales ejes de seguridad vial, establecidos en consonancia con el resto de países europeos, y la tancia de la formación como factor clave para reducir los accidentes en carretera. En resumen, un dato: desde el inicio de la legislatura, la siniestralidad ha descendido un 32%. La creación del Observatorio Nacional de la Seguridad Vial, que recoge y valora toda la información disponible sobre siniestralidad, y el futuro Centro Estatal de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (Centro Estrada), que comenzará a funcionar en periodo de pruebas dentro de unas semanas, son dos de las iniciativas puestas en marcha para conseguir un mejor y más eficiente tratamiento de los datos disponibles; en el prer caso, con el objetivo de poder establecer planes de seguridad vial más efectivos, y el segundo, para agilizar la tramitación de las denuncias radares.
Mención aparte merecen las dos reformas legales realizadas: estableciento del Permiso Puntos, una medida para luchar contra la punidad de los infractores reincidentes, y la reforma del Código Penal, que complementa al nuevo Permiso, y que establece sanciones más duras, incluso penas de prisión, para las infracciones más graves.
Y es que nada es poco para luchar contra los cinco reyes de los accidentes de tráfico: alcohol, velocidad, cinturón, casco y distracciones. Todas estas conductas peligrosas han sido enfrentadas con actuaciones legales (hablar el móvil o sobrepasar ciertos límites de velocidad es causa de sanción) y divulgativas (campañas de concienciación sobre las distracciones que suponen el GPS o fumar al volante).
Pero la enseñanza ha ido más allá, con la incoración de la seguridad vial como asignatura, dentro del programa de Educación para la Ciudadanía; se ha dado mayor peso a los contenidos de seguridad vial en el examen teórico del permiso de conducir; se han establecido cursos de concienciación los que hay que pasar necesariamente para recuperar los puntos perdidos; y se han introducido 10 horas de seguridad vial obligatorias en el programa del Permiso un Euro al Día. Además, se ha puesto en marcha un Plan Estratégico Nacional de Seguridad Vial 20052008 y se han promovido los Planes Autonómicos de Seguridad Vial.
Toda esta exposición de logros conseguidos ha sido apoyada el ministro con los datos, ya conocidos, sobre la evolución de la siniestralidad: 2007 fue el prer año de los últos 40 que finalizó con menos de 3.000 muertos en carretera (2.714, concretamente), además de el cuarto consecutivo en el que descendieron los muertos en carretera (con lo que se consolida la tendencia), lo que sitúa a España en el mismo nivel de accidentes que en el año 1967, aunque con un parque automovilístico mucho más amplio.
Además, y dado que estamos en época electoral, época, tanto, de vender logros, Rubalcaba ha hecho especial hincapié en el descenso de los muertos a lo largo de la legislatura: en 2007 se produjeron 1.288 muertos menos que en 2003, lo que supone un descenso del 32%. Aunque los datos son buenos, de nuevo se corre el riesgo de caer en la autocomplacencia, y el periodo electoral es el mejor para regodearse en los logros propios y dejar de luchar.
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