Se me ocurrió sugerirlo en una tertulia, el día que empezó aquello de qué cadena transmitiría los debates. La pelea estaba entre la Coración RTVE y las privadas. Antena 3 reclamaba su parte, haber sido la prera en sugerir el enfrentamiento en su propia casa. Tele 5 hizo lo propio con el argumento de la audiencia. ‘La española' pedía lo suyo, después de tantos años de sequía. Recordé que en los Estados Unidos habían resuelto la pelea con un criterio liberal: se reúne a los candidatos en un escenario neutral, se pactan los temas, la iluminación, las corbatas, el moderador, y el reparto de entradas para los invitados. Y la cadena que quiere conecta y la que no pone una película de Bruce Willis.
Aquella mañana salió de estampida, hecho un gorila, el señor Calleja. Sin perder un segundo y en uno de sus ataques de verborrea cortó de forma insana: ‘si, claro, y que les echen cacahuetes'. Luego se arrancó a repartir navajazos, pero eso no tiene más recorrido. Lo cierto es que hoy es el día que los dos grandes partidos están dispuestos a que les echen cacahuetes. No sé si les habrá seducido la idea de recibir productos agrícolas durante la sesión, pero me parece una medida inteligente, abierta, liberal, que sitúa la política al margen de las riñas de las televisiones, nacionales, autonómicas, o locales. De esta forma habremos resuelto para el futuro cualquier atisbo de ‘aquí si, aquí no, en mi casa vale y en la tuya no me da la gana'.
Ahora solo queda pactar quien se sentará en prera fila. Espero ver a Calleja cargado de maníes para echar a los suyos. ¿Quiénes son los suyos? Hombre, Calleja siempre ha ido la vida con la protección del poder. Yo lo conocí las recomendaciones de Mayor Oreja, entonces ministro del Interior.
