Según un estudio de la Universidad de Utah, hablar teléfono móvil mientras se conduce hace que el coche circule una media de tres kilómetros hora más lento, entorpeciendo así el tráfico. El estudio, en el que un equipo de psicólogos utilizaba un sulador de conducción para analizar las reacciones de los conductores, se afirma que, hablando teléfono móvil, el conductor es alrededor de un 21% menos propenso a realizar cambios de carril y pasa entre un 31% y un 12% más de tiempo siguiendo a un vehículo lento a menos de 60 metros.
Además, los conductores que circulaban hablando teléfono móvil circularon una media de tres kilómetros hora más despacio. De las conclusiones de este estudio se deduce que conducir hablando teléfono móvil no sólo es peligroso, sino que además empeora los atascos.










