TV3 emitió ayer, en su programa ‘Entre línies', un retaje centrado en el caso de dos personas a quienes detuvieron dar positivo en un control de alcoholemia. El espacio pretendía así concienciar a los espectadores acerca de los delitos de tráfico y las penas que estos pueden suponer. En el prer caso de ‘Pas obligatori', un motociclista fue multado conducir zona urbana con una tasa de alcohol en sangre superior a la permitida y se negó a hacerse una segunda prueba. Cuando le juzgaron, al delito de desobediencia grave se sumó el pago de la sanción. Ha sido condenado a nueve meses de cárcel.
La segunda parte del retaje cuenta la historia de otro motorista que dio positivo en un control de alcoholemia, lo que fue condenado a retirada del permiso durante 14 meses, 750 euros de multa y 50 jornadas de trabajos comunitarios. Como el afectado puede elegir dónde y de qué forma realiza este últo castigo, el infractor dejó su trabajo para llevar a cabo la sanción en días laborables y eligió la labor de hacer de informador para la guardia urbana y llevar un registro del estado del mobiliario urbano.










