LA HABANA (26/02/08) Ya se ha hecho público el prer relevo de poder en la isla cubana. Ahora, Raúl Castro asume la presidencia y releva a su hermano Fidel Castro. Sin embargo, ¿existe la posibilidad de que Cuba afronte grandes mejoras en su respeto y desarrollo de los derechos humanos? Todo deja entrever que no será tan claro el cambio. Y es que Raúl Castro ha sido autorizado la Asamblea Nacional a que consulte con su hermano ‘convaleciente' las decisiones de ‘especial trascendencia para el futuro'. Por otro lado, tampoco ha habido grandes cambios en materia de libertad de expresión durante el tiempo en el que el actual mandatario de Cuba ha ocupado el lugar y poderes de Fidel Castro. Muchos informes revelan que el pasado mandato de Raúl Castro como presidente de manera provisional no sido tan vital como algunos esperaban para la transición a una democracia. Y es que durante este tiempo, Cuba no ha experentado grandes cambios ni avances en la protección de los derechos humanos. La situación de los periodistas es de cierta manera silar al pasado mandato de su hermano Fidel Castro.
Días antes de que la Asamblea Nacional escogiese a Raúl como sucesor de Fidel Castro sucedió un hecho esperanzador, eran liberados siete presos de conciencia cubanos entre los que se encontraba el periodista Alejandro González Raga. Sin embargo, diversas organizaciones como Reteros sin Fronteras (RSF), Solidaridad Española con Cuba o la Asociación Española Cuba en Transición (AECT) se han mostrado escépticos ante esta inminente liberación y disión de Fidel Castro. La AECT advertía del riesgo de que en Cuba se produzca un ‘lavado de cara sin reformas en el país'.
El informe anual de 2008 de Reteros sin Fronteras manifiesta que la situación de los derechos humanos no ha experentado ningún avance en el año y medios en que el Raúl Castro ha estado como presidente interino. De hecho, la ONG señala que los únicos cambios realizado el actual mandatario han sido los métodos represivos: ahora rigen ‘la brutalidad cotidiana y las detenciones breves'. Y es que mientras que un lado son liberados periodistas y ex presos políticos, otro lado son encarcelados otros tantos.
Ejemplos de esta continuidad en el control informativo son los casos de Gary Marx, corresponsal en La Habana parte del diario Chicago Tribune y su compañero César González, de El Universal. Ambos vieron cómo las autoridades cubanas les retiraban la acreditación y les invitaban a abandonar la isla. Según ha informador RSF, sus artículos, al parecer, ofrecían ‘una agen negativa de Cuba', entre otras detenciones y represiones realizadas contra otros periodistas e informadores. Una experiencia y currículo parte de Raúl Castro que no deja entrever grandes cambios en la isla.
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