¿El problema está en la ley o en la praxis de los periodistas? Los asistentes al Foro sobre el Derecho de Rectificación discrepaban: dejar que los jueces provoquen la rectificación o permitir la ‘réplica' del aludido. Fernando G. Urbaneja proponía hoy a los asistentes solicitar un cambio en la ley aprovechando la época electoral.
Muchas informaciones publicadas sin contrastar versiones, cruce de acusaciones entre grandes medios de comunicación, agravios a personas anónas o del mundo del espectáculo. Todas ellas son informaciones susceptibles de ser rectificadas. Bien que el protagonista se sienta agraviado o bien que lo relatado no sea verídico.
Fernando González Urbaneja se reunía esta mañana en la APM con Lucía Méndez, jefa de Opinión de El Mundo, José Antonio Álvarez Gundín, subdirector de Opinión La Razón, Salomé García, jefa de Información de Público, Juan Cierco, jefe del área de Cultura y Sociedad de ABC, Gerardo Viada, asesor jurídico de El País, Luis Martí Mingarro, Comisión de Quejas y Deontología de la FAPE y Pablo Jénez de Parga, director de Jénez de Parga Abogados.
Todos ellos ataban sus distintas opiniones sobre la práctica que de este derecho se hace hoy en día en nuestros medios. La mayor parte de ellos ofrecían una visión bastante pesista de la profesión a excepción de Salomé García, quien aseguraba que no es necesario cambiar la ley sino confiar en que se cree un organismo deontológico en los medios que velen la ética de los periodistas.
Bastante menos optista con la autocrítica era el asesor jurídico de El País, quien asumía que no siempre la rectificación se apoya en la verdad en la moral o en la ética, y tanto no son susceptibles de ser modificadas, de ahí que no tanto que se modifique la ley, sino que se varíe la forma en que se regula esa ley. Por ello, aseguraba la necesidad no de rectificar sino de facilitar que el aludido se pronuncie sin menoscabo de la certeza de lo publicado.
Lucía Méndez, en su realismo y pesismo extremo cree que ante la necesidad de rectificación la responsabilidad individual es del periodista. La cuestión es que, según Méndez, ninguna ley conseguirá que las cosas cambien y tampoco lo hará el modo de afrontar la profesión.
Para los responsables de los periódicos rectificar es como la asunción de un error. Por eso el periodista es tan reticente. De ahí que sobre la mesa se haya propuesto hoy la mutación de este derecho en ‘derecho de réplica'. Según Méndez si se denominara réplica sería mejor aceptado. Una opinión compartida Pablo Jénez de Parga, quien defendía el ‘derecho de réplica del aludido' pues lo que busca la rectificación no es la veracidad sino la otunidad de dar su opinión el aludido. Para el abogado, la ley funciona tal y como está excepto en el detalle de la réplica.
Juan Cierco, esgría la responsabilidad de los grandes grupos de comunicación incapaces de estropear una gran noticia debido a la verdad. De ahí que rechacen incluso la idea de rectificar cualquier información.
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