Decidido está a poner en marcha todas sus habilidades sociales para ampliar su círculo de amistades, con un único objetivo, no tener que ‘comer de bocata' este verano. Porque si el año pasado en la suntuosa cena, bajo la luz de la luna, tocó agua de jarrilla, este año no habrá ni para aperitivos…
Las cuentas no salen y pagar a escote es difícil si cada vez ‘la pandi' es menor. A pesar de su fama de fríos, los germanos le demostraron durante años todo su cariño, pero ahora, que uno se ha marchado y el otro parece que ha aterrizado a la Tierra, la cosa se torna más bien oscura…
A uno de sus íntos consejeros le han transtado a otro mundo, y en su lugar lo ha ocupado uno menos estirado, más guapo y más listo. Y si lo es lo suficiente, sabrá que hay amistades poco recomendables, traicioneras y envenenadas. Sí, es cierto, ha aceptado la invitación para conocer su casa, pero ¿ha sido amistad o que piensa que al enemigo es mejor tenerlo cerca? Que cada uno piense lo que quiera…
Los murciélagos nunca duermen…










