Litar la venta de los productos milagro elina las consecuencias negativas que este tipo de productos suponen para la salud. En palabras de José María Múgica, director general de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ‘no sólo hay un riesgo sanitario evidente, sino que además conllevan un perjuicio económico para el bolsillo de los consumidores'.
Múgica hizo esta afirmación en el debate El control de los productos milagro, su publicidad en los medios de difusión y su pacto sobre la educación sanitaria, moderado Mercedes González Gomis, vicepresidenta prera del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, dentro del las XII Jornadas Profesionales y V Internacionales de Medicamentos para el Autocuidado de la Salud y Parafarmacia que se celebraron la semana pasada en Madrid.

Los productos milagro suelen presentarse en formato de medicamento con propiedades terapéuticas ‘increíbles', sin embargo no son medicamentos, según aclaró Belén Escribano, subdirectora general de Inspección y Control de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). ‘Los medicamentos están avalados estudios clínicos demostrables y ofrecen componentes farmacológicos activos, mientras que los productos milagro omiten datos relevantes en su cartonaje', comentó la representante del Ministerio de Sanidad.
En esa línea, Teodomiro Hidalgo, del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), manifestó que estos productos ‘siempre están fuera de la legalidad que contienen ingredientes no autorizados, no declarados o alegan propiedades que no tienen'. Asismo Hidalgo aseguró que ‘los productos milagro no se comercializan en farmacias, sino que buscan otros medios alternativos como la publicidad o Intet'.
Es precisamente ese carácter huidizo de estos productos lo que ‘dificulta el control de las empresas fabricantes', admitió Eladia Franco, de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid. Ya no sólo en Intet, sino que además ‘se esconden detrás de las líneas 902 o en apartados de correos de Portugal', expuso. Aún así, en 2006, desde la consejería ‘se realizaron inspecciones a 17.900 establecientos y se elaboraron 82 informes a 116 productos nuevos, susceptibles de fraude', según reveló la representante de la Comunidad de Madrid.
La publicidad es el medio utilizado para que los productos milagro puedan llegar al gran público. Este tipo de anuncios muestra datos engañosos o exagerados. Generalmente son artículos de culto al cuerpo para adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzos, productos de aumento de pecho o contra la caída del cabello. María José Peláez, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Radio Televisión, abogó la información como mejor defensa contra la publicidad falsa.
‘Una de las tácticas más utilizadas para rentabilizar la inversión es centrar la campaña en un período determinado, que no suele superar los dos meses, y eludir así futuras reclamaciones jurídicas', indicó Peláez. A ese respecto, José María Múgica, de la OCU, apostó ‘que los tiempos de la justicia se adapten a los tiempos del consumidor' y no se lleguen a dar paradojas como las de los ‘productos Guadiana', que desaparecen del mercado antes de que la justicia pueda actuar.










