La iniciativa ‘Vive para cumplirlo', el programa de la Fundación Mapfre para luchar contra la siniestralidad entre los más jóvenes, está siendo un completo éxito, según ha informado la compañía: 1.600 participantes en sus concursos y más de 1.290.000 visitas en la web www.viveparacumplirlo.com.
Aún queda ‘Vive para cumplirlo' para rato, ya que hasta finales de abril no conoceremos a los ganadores de cada disciplina, cuyos premios se entregarán a lo largo del mes de junio.
Y es que se trata de una acción y para los jóvenes, que parte de la base de que ‘perder la vida de un joven es perder un posible talento'. Por eso, Mapfre ana a los jóvenes a vivir para cumplir sus proyectos y sus sueños, ligando el proyecto de vida de cada uno a una disciplina artística.
De momento (el plazo de entrega está abierto hasta el 24 de marzo) se han presentado más de 1.600 trabajos, entre fotografías, películas, ilustraciones y obras literarias y musicales, procedentes en su mayoría de España, pero también de algunos países latinoamericanos, entre los que destaca Argentina. La fotografía se ha revelado como la disciplina que más interés suscita entre los participantes (más de 700 obras presentadas), seguida la literatura (unas 370 obras).
Un jurado formado destacadas personalidades del mundo de la cultura, como Julio Medem, Javier Mariscal, Bigas Luna, Alaska y Espido Freire, entre otros, será el encargado de seleccionar los ganadores en cada categoría. En cada una de las disciplinas, los cinco mejores trabajos disfrutarán de una clase magistral con uno de los miembros del jurado relacionados con su ámbito artístico. Además, el ganador absoluto de cada disciplina recibirá un premio dotado con 3.000 euros.
La iniciativa ‘Vive para cumplirlo' nació el pasado 18 de noviembre, coincidiendo con el Día Mundial de las Víctas de Tráfico, con un macroconcierto en la Cubierta de Leganés, en el que participaban jóvenes talentos de la música (ilustrando el tema de la campaña), así como actores y presentadores de televisión, y que además contaba con varias carpas en las que era posible realizar cursos sobre diferentes disciplinas artísticas, como videoart, fotografía y maquillaje coral, entre otras.









