Diego Carcedo es de esos periodistas que viven intensamente los procesos electorales. Pero no desde la crispación ni la crónica diaria, sino desde el análisis reposado de los acontecientos. En entrevista con PREnglish el profesional nos ha comentado que los dos principales partidos están mucho más cerca de lo que demuestran en los medios y que no modificaría el actual sistema electoral.
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¿Después de las elecciones, muchos partidos han pedido cambios al sistema?
Depende de la interpretación que demos a la expresión cambio político. Si se trata de un cambio de sistema político, desde luego que no. España es una democracia parlamentaria que en líneas generales funciona bien, ata libertad y estabilidad a los españoles y es admitida sin especiales reticencias la sociedad. Ahora bien, si se habla de cambio de Gobierno, en función de las propuestas de los diferentes partidos que concurrieron a las elecciones, ahí seguro que las opiniones son variadas. Estos últos años gobernó el Partido Socialista, de izquierda moderada, que en los comicios del pasado día 9 revalidó la mayoría y, lo tanto, el derecho a seguir en el poder en la Legislatura que comienza.
El sistema electoral ha sido fuertemente cuestionado…
El resultado de las elecciones puede gustar o no gustar, pero han sido unas elecciones abiertas, pecables en su organización, transparentes y, en consecuencia, incuestionables. Aceptar el resultado es un ejercicio de respeto democrático indiscutible. Respecto a la segunda parte de la cuestión, la verdad es que no veo razones especiales, más allá de apreciaciones sobre aspectos concretos del Gobierno anterior, que pusieran un cambio. Las opiniones de los españoles estaban bastante igualadas entre el PSOE y el PP. Cada uno de los dos grandes partidos tenía sus argumentos y ganó la opción más progresista. Personalmente no le opongo ningún reparo como tampoco lo habría puesto si la mayoría se hubiese decantado el Partido Popular, la opción más conservadora. La democracia obliga a aceptar la voluntad de las mayorías.
¿Cuál es la situación más idónea para gobernar España?
Sin duda alguna la que escoja la mayoría de los españoles siempre dentro del marco de democracia parlamentaria que tenemos. Hay garantías para todo, desde el relevo al frente del Gobierno si así lo esta el Congreso de los Diputados, hasta la que prociona la celebración de elecciones cada cuatro años con lo que eso representa como posibilidad de cambios en el ejercicio del poder y de alternativas entre las diferentes formaciones políticas y con ellas las ideas y principios que cada una representa y defiende.
¿Qué nos espera en esta nueva legislatura del PSOE?
El futuro de España no tendrá qué ser diferente después de estas elecciones. Seguirá gobernando el partido que ya lo venía haciendo desde hace cuatro años y no parece que su política vaya a cambiar. Claro que, hablando de futuro de una Nación tan vieja como España, tampoco creo que su futuro fuese muy diferente si gobernase el Partido Popular. Aunque en los últos tiempos los dos grandes partidos han estado muy alejados en sus planteamientos, en las cuestiones fundamentales, las cuestiones de Estado, las diferencias reales que les separan son pocas y estrechas. Menos de las que parece si se acepta al pie de la letra la propaganda de ambos partidos.
Tendrá los mismos escaños de diferencia frente al PP ¿condicionará su programa?
Estos años Rodríguez Zapatero ha gobernado en minoría, con el respaldo parlamentario de varios grupos pequeños que condicionaron bastante su capacidad para ejecutar determinados proyectos. Tras las elecciones seguirá teniendo el mismo problema pero menos complejo a la hora de abordarlo y con mejores perspectivas de resolverlo. Habrá que esperar unos días para conocer los respaldos que consigue entre los grupos menores. En la investidura parlamentaria conoceremos con mayor precisión su programa de Gobierno.
¿Nuevas reformas sociales?
No parece arriesgado pronosticar que intentará continuar pulsando reformas sociales, como las que le ha procionado el mayor apoyo electoral, e intentando consolidar la posición de España en el contexto internacional, especialmente en el marco de la Unión Europea. También deberá volcarse en la consolidación del proceso descentralizador que divide a España en 17 autonomías, la reforma de los estatutos que regulan algunas de ellas, y naturalmente, la solución del conflicto que existe desde hace años en las provincias vascas.
También tenemos el problema de la desaceleración económica
Por supuesto, además de todo lo anterior debe abordarse con especial atención, inmediata decidida, la desaceleración económica que se está produciendo en el contexto internacional, de la cual España no es ajena, y a la mejora de servicios públicos fundamentales que funcionan regular o tirando a mal. Por ejemplo, el sistema educativo que requiere medidas urgentes que lo coloquen entre los más eficaces de Europa. Mientras, es de esperar que se aborde también la mejora del sistema de Justicia, cuyo funcionamiento ofrece muchas lagunas, y que prosiga el empeño que los últos gobiernos han mantenido en contribuir a la solución de conflictos y al manteniento de la paz enviando fuerzas de interposición a los lugares extranjeros donde sean necesarias y aceptadas.
¿Crees que entre Zapatero y Rajoy habrá un consenso en la próxa legislatura?
Esperemos que sí. Creo que lo deseamos todos los españoles. Lo ocurrido a largo de la legislatura que termina no debe continuar a pesar de que los dos responsables principales sigan siendo los mismos. Todos ganaremos si el presidente del Gobierno y el principal dirigente de la Oposición es decir, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se avienen a mantener unas relaciones fluidas y constructivas lo cual no tiene qué litar la política de oposición y crítica de los dirigentes del PP que permitan acuerdos y consensos en cuestiones de Estado. Claro que esto no es cuestión de uno de ellos sino de los dos. Nunca hay buen entendiento entre dos personas si una de ellas no quiere o cree que un ambiente crispado, como el ya vivido, puede mejorar sus perspectivas electorales.
¿Crees que Zapatero volverá a negociar con eta?
A corto plazo, no. Y, desde luego, no si se trata de negociaciones políticas como las que fracasaron recientemente. Si eta deja la violencia de una vez todas y decide rendirse, me parece lógico y conveniente que las autoridades y sus dirigentes negocien detalles relativos a la entrega de las armas, a la incardinación en la sociedad de los miembros de la banda sin delitos de sangre o la excarcelación progresiva y de acuerdo con la Justicia de los presos. En esas circunstancias incluso vería bien que el Estado sea generoso con quienes deciden dar marcha atrás en su locura crinal. Pero mientras eso no ocurra, la única política a seguir con la banda terrorista es la de la persecución policial, el enjuiciamiento con arreglo a la Ley y, si así procede, el encarcelamiento de los terroristas y sus cómplices.
| BIO / EN POCAS PALABRAS Diego Carcedo, ha desarrollado toda su carrera en RTVE, prero como enviado especial los cinco continentes, luego como corresponsal en el extranjero en Lisboa y Nueva York y más tarde como ejecutivo desde diferentes puestos. Tras acabar sus estudios de Historia y de Periodismo, comenzó a trabajar en el diario La Nueva España, de Oviedo. En 1974 ingresaba en Televisión española, entrando a formar parte de los servicios informativos. En 1978 fue nombrado corresponsal de TVE en Lisboa, cargo que ocupa hasta 1984, en que es trasladado a Nueva York. En 1989 fue nombrado Director de los Servicios Informativos de TVE y en 1991 Director de Radio Nacional de España. Durante ese tiempo, además presentó, junto a Julio César Iglesias Los Desayunos de RNE, que se transmitían sultáneamente la cadena de radio pública y TVE. Desde 1996, en que cesa de su cargo, fue Consejero de Administración de RTVE. En 2006 fue elegido como Presidente de la Asociación de Periodistas Europeos.
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