El Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) ha aprovechado la cercanía de la Semana Santa, que se prevé bastante invernal en casi toda España, para recordar a los conductores algunas precauciones básicas para enfrentar la conducción con mal tiempo. Además, el club recuerda a los conductores ‘nocturnos' (aquellos que prefieren circular de noche) las desventajas a las que se enfrentarán y hace un resumen de las 10 normas básicas para mantener la seguridad.
Ante el mal tiempo, la prera de las precauciones debe tomarse antes de salir: es tante comprobar el sistema de refrigeración, los niveles de líquido anticongelante, comprobar que los neumáticos están perfecto estado, el sistema de alumbrado, los frenos y, ante posibilidades de lluvia, también las escobillas.
Como, además, podemos prever atascos, también se recomienda llevar el depósito lleno, si se hace necesario detener la marcha del vehículo, e incluir en el equipaje un rascador, ya que se anuncia nieve y hielo en numerosas provincias del norte.
Si en la carretera nos encontramos con lluvia tan fuerte que llega a anegar la carretera, se debe circular en prera, para evitar que el motor se moje y se pare; prestar especial atención a los frenos, que si están mojados no funcionan igual, y evitar los tramos inundados, donde se puede producir aquaplaning. Si llegamos a sufrir este efecto, es tante levantar suavemente el pie del acelerador, pero nunca frenar.
Si lo que hay en la carretera es un banco de niebla, es tante aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, encender los faros antiniebla y circular siguiendo las líneas del suelo. La cosa cambia ante rachas de viento fuerte: lo más recomendable es reducir la velocidad, pero también mantener el vehículo muy revolucionado, para que la fuerza del motor ayude a mantener la trayectoria.
Por otro lado, pese a que hay muchos conductores que prefieren circular de noche, siempre hay que recordar que en esas circunstancias desciende nuestra capacidad visual, que es precisamente la que nos da el 90% de la información sobre el entorno. El dato de que el tráfico disminuye un 60% durante la noche, cuando, sin embargo, ocurren el 42% de los accidentes, nos da bastante información acerca de su peligrosidad.
Por eso, es tante reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, aumentar la frecuencia de mirada los espejos retrovisores, aumentar las frecuencia de paradas, descansar al prer síntoma de fatiga o sueño, utilizarlas luces largas siempre que sea posible y se moleste a otros conductores y reducir la intensidad del cuadro de mandos si ésta dificulta la visión de la carretera, entre otras.
Sin embargo, como siempre en carretera, la mejor y más tante recomendación es, siempre, mantener la prudencia.
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