Tan harto estaba, que ni siquiera he enviado la foto para obtener el carné. Tan harto estaba, que ya tenía previsto enviar a la nueva secretaría técnica mi baja como socio. Hastiado hace ya no pocos años de la ANIS de los de siempre, del club de amigos de hecho, de la falta de información, de las actividades de figuración, de los congresos carentes de interés, de la ausencia de la utilidad que una asociación debe tener para sus socios … Splemente desengañado.
Pero, como en la película de Amenábar, hoy he descubierto con gran satisfacción que los otros están ahí, que son algo más que nombres más o menos desconocidos en un listado de ordenador, que existen de verdad y que fin reafirman esa existencia levantando la voz y exigiendo su derecho a la no marginación y olvido. Una nueva candidatura ha surgido en las hasta ahora silenciosas elecciones para la junta directiva de la ANIS. Si no, como es habitual, me hubiera enterado de que se celebran un par de días antes de la asamblea general o ¿debería decir de la reunión de amigos?.
Ahora, la ANIS oficial me remite, no uno, sino dos correos en los que me dice plorante: "necesito tu voto" y nada menos que "para defender lo que se ha hecho en los últos 14 años". Pero alguien, Irene Tato, les ha recordado que Teruel también existe, que los otros son algo más que nombres en un pedazo de papel. Y parecen haberse atemorizado, aunque sólo sea un poquito. Al menos así me lo dice el subconsciente del actual presidente al deslizar una sutil errata en su últa misiva de mendicidad del voto recordemos que lo necesita, no que lo quiere o lo pide: "somos una candidatura independiente que nos busca intereses particulares", dice. Ese nos en vez del requerido no es el que cuenta lo realizado en los últos 14 años.
En honor a la verdad, hay que decir que José Manuel Huesa y su junta directiva han hecho algunas cosas, además de los consabidos bolos. El volver a cobrar las cuotas y actualizar la base de datos de los socios ya es bastante. Pero esto quiere decir que se ha tardado doce años en realizar lo más básico para la puesta en marcha de una asociación de profesionales. También hay que apreciar la existencia de una nueva secretaría técnica (mejor no decir quién la lleva), pese a que ésta aumente el grado de dependencia de la ANIS. Bueno, lo de nueva es un sofisma, puesto que antes ni siquiera existía. Lo últo es que se quiere crear un Comité Asesor con los dos presidentes anteriores y dos jóvenes desconocidos, quizás para que vuelvan a tener cancha o, a lo peor, como una jugada de agen electoral. Si la junta directiva necesita asesores, mal asunto. Mejor apagar y cerrar. Aprecio, admiro y respeto a José María y Javier, tanto en lo personal como en lo profesional, pero creo que es bueno que los de siempre dejen sitio a los otros, que entren aires nuevos en un ambiente tan saturado como sabido. En cualquier caso, querido presidente, el tiempo de mandato da para mucho más. Los de siempre deberían comprobar que los otros, además de existir como Teruel, también piensan, tienen ideas y actúan con responsabilidad.
Hay un punto en concreto de los objetivos que Irene establece para su candidatura que considero novedoso e tante: alcanzar la independencia económica, lo que equivale a obtener la no dependencia institucional. La ANIS lleva demasiado tiempo sometida a una dependencia severa en materia de dineros e iniciativas, dependencia que utilizan sabiamente alguna entidades en beneficio propio, y no me refiero a un beneficio económico. ¿Subir las cuotas? Me parece perfecto, salvo para el caso de periodistas que trabajen en calidad de becarios, para los que abogo que sea gratuita. También me parecería bien que se cobrara prir el sello de la ANIS y que nuestra asociación sea llamada a figurar como avalista de cualquier actividad, así que como que se estableciesen filtros éticos para otorgar esos avales. Me parecería tan bien como que los honorarios de los bolos de los miembros de la junta directiva revirtieran directamente en la tesorería de la asociación: ésa sí sería una clara demostración de compromiso.
Podría dar muchas ideas, pero no soy yo el que se presenta a las elecciones. Además, continúo con la intención de abandonar la vía del desengaño y, tanto, la ANIS. Pero lo haré después de las elecciones. Me gusta el ejercicio del voto personalista y más aun cuando lo decide la necesidad de cambio. Y se lo daré a la candidatura de Irene Tato, que, en el caso que de finalmente decida continuar como socio de la ANIS, tal y como ella me pide, me gustaría tener en la Junta Directiva algo más que figurantes: gente emprendedora, trabajadora y con las ideas claras, pero especialmente con actitudes no dependientes. Además, sé que Irene lo tiene difícil, pues sólo con los votos de las plantillas de las dos grandes agencias de comunicación que figuran entre los de siempre y que es de esperar que se ejerza mandato divino y un puñado de ellos ya hay un centenar de votos. Sin embargo, constato estos días con verdadero placer que Irene está siendo capaz de despertar muchas conciencias dormidas entre los socios de la ANIS. Y eso me ana aun más, pues está haciendo algo más que mendigar el voto correo electrónico. Si como presidenta sólo se moviera la quinta parte de lo que se está moviendo para preparar su candidatura, la ANIS sufrirá un cambio espectacular.
Áno Irene, mi voto es tuyo… y espero que el de muchos más también.
Luis Medina
