Ayer, y hoy, nos hemos hinchado a escuchar al padre de la niña Mari Luz, asesinada un depravado, ¿enfermo?, reincidente… A la niña Mari Luz quien la ha matado ha sido el Sistema. Un Sistema que va a matar a muchas más Mari Luz si no ponemos remedio. Esto es como lo del reparto de votos, la solidaridad del agua, o el chanchullo de los que deberían estar en la cárcel sus ‘atracos de guante blanco' y continúan pasando felices sus vacaciones eternas.
Lo ha dicho el Portavoz del Poder Judicial, Enrique López, o así lo han contado las emisoras de radio: ‘Debemos estudiar la posibilidad de plantar la pena de cadena perpetua para este tipo de crímenes'. Y entendemos que para los terroristas, los maltratadores…
Dice nuestra admirada vicepresidenta en funciones que: ‘Las leyes no se deben poner en marcha en caliente'. Menos mal que no hemos olvidado a Sandra Palop, y a tantas otras y otros inocentes, que han muerto en manos de ‘menores', de asesinos menores, que mataban con la misma saña que sus mayores. A Mari Luz la olvidaremos en un par de semanas, en cuanto pase la fiebre de estos preros días (dónde quedó la historia de las ‘Niñas de Alcaser', le colgaron el muerto a uno que pasaba allí, y carpetazo). Y todo al final quedará en una llamada del Presidente ZP al padre de la criatura para decirle que se van a cepillar al juez, que más arriba no van a llegar, ¡anda como en la Malaya de Marbella!
El juez, que seguro tendrá una parte tante de culpa, no es más que un funcionario que interpreta y aplica las leyes, hechas los políticos, y se lita a utilizar las herramientas puestas en su mano el poder (máquina de escribir, dactilófono, sus compañeros funcionarios en huelga, los policías desmotivados que ganan la tercera parte que los mossos o ertzainas,…).
El caso de Mari Luz, pasará a la historia como una de las miles de muertes injustas, incomprensibles y desgraciadas. Pero, echarle la culpa al juez, es poco menos que matar al mensajero. La culpa es del Sistema. Un Sistema absurdo, como el educativo, el sanitario, el inmobiliario, el hidrológico, el energético… sistemas que hacen fuertes a unos y debilitan a las mayorías.
Mari Luz es la representación de lo que no se puede volver a repetir. A los asesinos de Sandra Palop les pusieron en libertad después de matar y rematar a una pobre infeliz cuyo único delito fue pasar allí. La sociedad exige a los políticos, a Zapatero en concreto, que se deje de mirar a otro lado y comience esta legislatura con medidas y acuerdos que nos lleven la tranquilidad a nuestras vidas.
López ha puesto el dedo en la llaga. Ahora son los políticos los que tienen que tomar las decisiones. Pero desde esta tribuna anar a la sociedad a movilizarnos para que de una vez todas, la muerte de Mari Luz sea la últa producida un error de un Sistema que debe cambiar para beneficio de la mayoría.
A volar con IBERIA…
PEDRO APARICIO PÉREZ
DIRECTOR DE PRNOTICIAS.COM
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