MÉXICO D.F (07/04/08) Uno de los grandes temas el que los informadores mexicanos o son amenazados o ven cómo peligran sus puestos de trabajo es abordar e investigar casos de pederastia. Como prueba de ello, Reteros sin Fronteras denuncia lo sucedido en Puebla, donde las autoridades han intentado ‘censurar' la presentación del nuevo libro de Lydia Cacho, según la ONG. A ello se suma la decisión del diario Milenio de Monterrey de suprir la columna de Sanjuana Martínez, galardonada sus investigaciones sobre pederastia en el clero, y la de W Radio, que despidió a Carmen Aristegui. Ella fue precisamente una de las profesionales que denunció la detención irregular a Lydia Cacho.
Con la frase ‘No es bueno ser periodista y hablar de pedofilia', RSF denuncia la situación y consecuencias que han tenido que sufrir algunas periodistas mexicanas a la hora de hablar de este polémico tema.
El caso más conocido es el de Lydia Cacho, amenazada en numerosas ocasiones sus constantes denuncias e investigaciones. En esta ocasión, la ONG rechaza la supuesta censura que han querido poner las autoridades de Puebla a la presentación de uno de sus libros. Y es que la policía hizo retirar presuntamente un anuncio mural de la presentación argumentando que el cartel ‘no cumplía con ciertos lineamientos y medidas de seguridad'.
Y es que en el libro ‘Memorias de una infancia', la periodista trata su detención en diciembre de 2005 y las numerosas amenazas que ha recibido desde que saliese a la luz su libro ‘Los demonios del Edén'. Además, según indica RSF, durante los últos días seis radios y periódicos locales han cancelado sus respectivas entrevistas y se ha bloqueado el sitio Quinta Columna.
RSF también denuncia los casos de Sanjuana Martínez, columnista del diario regional Milenio de Monterrey, y Carmen Aristegui, de la emisora W Radio. La prera, ganadora de la últa edición de los Premios Ortega y Gasset que entrega el periódico español El País precisamente sus investigaciones sobre la pederastia en el clero, prublicadas en el diario La Jornada, ha visto cómo se retiraba su columna del periódico Milenio de Monterrey.
Por su parte, Aristegui, que tenía un programa desde hacía cinco años, fue despedida de la emisora el 3 de enero de 2008, 'incompatibilidad editorial'. Coincidentemente, esta periodista fue, junto con el diario La Jornada, quien reveló las circunstancias irregulares en las que se produjo la detención de Lydia Cacho, en diciembre de 2005, orden del gobernador del Estado de Puebla, Mario Marín.
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